Fernanda ha crecido con un síndrome cardiológico llamado síndrome Noonan que le genera problemas de alimentación, baja estatura, cardiopatías o trastornos de articulaciones y visión. «Me lo diagnosticaron con 4 años», explica, «cada paciente es distinto, pero en mi caso el problema se concentra en la sangre, con las plaquetas». Su vida está llena de sobresaltos y rachas buenas y malas. «Lo malo es que hay operaciones o tratamientos estándar que funcionan a la gente normal y a nosotros no porque nuestro organismo funciona de forma distinta, está comprobado, por eso hace falta investigar más y analizar no solo el ADN de los hombres porque el ADN de las mujeres no es exactamente igual», recalca.