La igualdad entre mujeres y hombres y el clamor por unas pensiones dignas han sido los protagonistas de un Primero de Mayo en el que UGT y CCOO han exigido a Gobierno y empresas el reparto de la riqueza bajo la amenaza de «un conflicto social garantizado». Más de 50.000 personas, según los sindicatos (12.000 según la delegación del Gobierno), participaron ayer en la manifestación de Madrid que recorrió el trayecto entre la plaza de Neptuno y la Puerta del Sol, plagado de banderas moradas y acompasado por las voces de los trabajadores del coro del Teatro de La Zarzuela en protesta por la privatización del centro.

Los secretarios generales de CCOO y de UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, avanzaron portando la cabecera de la manifestación, que ha estado protagonizada por mujeres y pensionistas, quienes, junto a los jóvenes, han centrado el corazón de sus discursos. Ambos líderes pusieron de manifiesto la necesidad de «más presión en la calle» y amenazaron con movilizaciones crecientes, ya que aunque abogaron por impulsar «un sindicalismo fuerte» para conseguir una distribución más justa de la riqueza que se genera, no es posible hacerlo sólo «con rabia e indignación». Sordo y Álvarez instaron al Gobierno y a la patronal a que escuchen el clamor de la calle y cedan a las reivindicaciones de los trabajadores en materia de empleos, salarios, igualdad y pensiones.

Por otro lado, miles de personas se manifestaron ayer en las ocho capitales andaluzas para reclamar empleo de calidad, igualdad y pensiones dignas con motivo del Primero de Mayo, cuyo acto central se celebró en Huelva, donde los sindicatos CCOO y UGT avisaron avisado de que aumentará la movilización. Las secretarias generales regionales de CCOO y UGT, Carmen Castilla, Nuria López, respectivamente, advirtieron en Huelva a la patronal y al Gobierno de que si no se dan las condiciones para que haya una subida salarial de los trabajadores aumentará la movilización y la conflictividad. Bajo el lema Es tiempo de ganar, la manifestación central partió de la antigua estación de trenes y finalizó en la plaza de la Merced.