Nuevo cambio en el proyecto de hospital de alta tecnología, que impulsan Grupo Prasa y un grupo de médicos cordobeses, con Balbino Povedano a la cabeza. Esta sociedad, que tenía el pasado verano una reserva de suelo en el parque científico tecnológico Rabanales 21, estudia ahora cambiar la ubicación de este proyecto tras la oferta que le ha realizado la Universidad de Córdoba. La UCO propone que esta construcción se lleve a cabo en la parcela que ocupaba hasta hace unos años la antigua Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y Montes (Etsiam), terreno que es propiedad de la Universidad. Por este motivo, ayer el rector de la Universidad, José Manuel Roldán; el presidente de Grupo Médico Hospital Internacional de Córdoba, Balbino Povedano, y el presidente de la Sociedad Gestión Hospitalaria Cordobesa y del Grupo Prasa, José Romero, firmaron en el Rectorado de la Universidad una declaración de intenciones, para estudiar y consensuar las posibilidades de uso y explotación del complejo de la antigua Escuela de Agrónomos, al objeto de construir allí este hospital de alta tecnología.

Fuentes de Prasa indicaron que "la Universidad necesita deshacerse del gasto que le supone este edificio en desuso desde hace varios años. La parcela que acogía la Etsiam se encuentra en un lugar privilegiado, junto al hospital Reina Sofía, y su planta baja ocupa 10.000 metros cuadrados, pero el terreno en total son 55.000 metros cuadrados". Un espacio que más que duplica los 19.000 metros cuadrados del solar municipal pretendido por el Grupo Quirón para construir también un futuro hospital privado, frente al antiguo Urende y muy próximo a su vez del Reina Sofía. Las citadas fuentes de Prasa expusieron que "a los médicos que respaldan nuestra iniciativa les gusta más esta ubicación, junto a la Ronda Oeste y al Reina Sofía, que la de Rabanales. Además, existe la ventaja de que el solar puede tener la condición de uso hospitalario. Con la firma del protocolo de hoy (por ayer) las partes firmantes nos damos un plazo de tres meses para estudiar si sería viable construir en la antigua Agrónomos nuestro proyecto de hospital, con la posibilidad de incluir en el edificio dependencias para docencia e investigación".

En cuanto a la fórmula de ocupación, estas mismas fuentes de Prasa añadieron que podría optarse por comprar a la Universidad el terreno o por un canon por cesión del mismo, una vez se establezca si la iniciativa del hospital es viable en esta ubicación.

En el documento de declaración de intenciones suscrito ayer por las partes se expone, entre otros aspectos, que "el entorno local determina la capacidad de las empresas para competir en la economía global (...) Las universidades comprometidas territorialmente pueden y deben convertirse en un activo geográfico clave y en una fuente de desarrollo económico". Asimismo, recuerda que los representantes de las empresas impulsoras de este hospital privado están estudiando desde hace más de una década la iniciativa, que en un primer momento había sido planteada en la zona del Castillo de la Albaida y, más tarde, en Rabanales 21. El objetivo es que la nueva infraestructura "sea un referente tanto en oncología como en el resto de especialidades médicas, incluyendo a su vez un servicio de urgencias".

El director general de Rabanales 21, Juan Ramón Cuadros, aclaró ayer, en referencia a esta nueva propuesta de ubicación, que el consejo de administración de este parque científico tecnológico había aprobado la localización del hospital en una parcela "y se estableció una opción de compra para la misma, con fecha de expiración de dos meses. Transcurrido ese tiempo, no se hizo efectiva por motivos que desconocemos, no sabemos si por falta de disponibilidad económica o bien porque hayan encontrado otro lugar para ubicar el proyecto".

PROTEGIDO De otro lado, cabe recordar que el perímetro edificado de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y de Montes se encuentra incluido en el Catálogo general del Patrimonio Histórico Andaluz como bien inmueble del Movimiento Moderno. Fuentes consultadas han explicado que al tratarse de un edificio protegido, se podría remodelar pero no se puede demoler. El BOJA de abril del 2006 en el que se recoge esta inscripción indica que la construcción fue proyectada por el arquitecto valenciano Fernando Moreno Barberá.