Julián Moreno acaba de terminar el grado de Psicología en la Universidad de Jaén y este verano volverá a trabajar como camarero, por tercer año consecutivo, para pagar los gastos que le genera estudiar en otra ciudad. «Tengo beca, pero el curso empieza en septiembre y normalmente el dinero llega entre diciembre y enero», explica. «Conseguir trabajo remunerado de lo mío de momento es muy complicado porque necesitas terminar el máster habilitante antes de poder ejercer», señala, «la otra opción son las oposiciones, pero hay mucha gente y muy pocas plazas». Su objetivo de cara al próximo curso es matricularse en un máster. «En la universidad pública necesitas unas notas súper altas para acceder a uno porque hay mucha demanda, ya que el primero que haces es gratis, y en la privada cuestan alrededor de 13.000 euros», comenta. Se queja de que uno de los items que se tiene en cuenta para el acceso es la experiencia, «en el grado tienes mes y medio como mucho, o tienes que estar de voluntario o prácticas sin remuneración». En esta coyuntura, mientras completa el periplo académico, no le queda otra que buscar otro tipo de empleo. «De momento, he encontrado siempre trabajo como camarero, estuve seis meses en un restaurante de la Judería, he trabajado en Jaén en un bar y este verano me han llamado y me han ofrecido un contrato de dos meses en el mismo bar donde estuve el verano pasado y el otro», afirma. «Me incorporo en diez días, así que, tal y como está el panorama, no me puedo quejar».