Un considerable aumento de visitas y de su proyección, tanto nacional como internacional, son las primeras consecuencias que ha acarreado el título de Patrimonio de la Humanidad que obtuvo hace un año el conjunto arqueológico de Medina Azahara. Como se esperaba, el reconocimiento de la Unesco ha despertado el interés por la ciudad palatina, que ahora espera la puesta en marcha de su plan de director y la llegada de inversiones, puesto que pertenecer a este grupo de privilegiados elementos también implica proveer al sitio de recursos, tanto humanos como económicos. En este sentido, la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, ha señalado a este periódico que la Junta de Andalucía «está fuertemente comprometida con el aumento de la financiación y los recursos económicos, tal como se indica en la inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial». Así, Del Pozo anuncia que en la conservación y la puesta en valor de los bienes patrimoniales del conjunto arqueológico se invertirán en próximas fechas más de 600.000 euros, a lo que hay añadir una inversión de 120.000 euros para actividades y mantenimiento.

En cuanto a las visitas, el impacto de la declaración de Patrimonio Mundial ha sido muy notable, y del 1 de enero al 24 de junio del 2019 han pasado por el conjunto arqueológico un total de 159.083 personas, un 37% más con respecto al mismo periodo del año anterior (115.887 visitantes, de enero a junio de 2018). Este aumento también se ha reflejado en los datos interanuales. Así, del 1 de julio del 2017 al 30 de junio de 2018 se registraron un total de 204.162 visitantes, mientras que del 1 de julio del 2018 al 24 de junio del 2019 hubo 315.980, por lo que el incremento alcanza las 111.818 personas, un 54,77% más. Y otro dato revelador es la llegada de ciudadanos extracomunitarios, pasando del 2,5 al 8% el número de esos visitantes, lo que también se debe a que el yacimiento ha sido objeto de interés para muchos medios de comunicación a nivel internacional. El último, el rodaje de un documental de la cadena de televisión Nathional Geographic. Pero aún queda mucho por hacer. Y lo más inmediato es la aplicación de un plan director que dé cumplimiento a los compromisos adquiridos con la Unesco. «En la actualidad, está en una fase de borrador y se está procediendo a la revisión pormenorizada del documento, que consta de 500 páginas», señala Del Pozo, que asegura que «trabajamos duramente para que esté en vigor en el menor plazo de tiempo posible». Esta hoja de ruta fijará las estrategias y actuaciones que se llevarán a cabo en el conjunto arqueológico en los próximos ocho años. Así, en el documento se explicitarán las líneas de trabajo en nueve ámbitos: institucional, territorial y social, arquitectónico, patrimonial, expositivo, investigación, comunicación y difusión, así como los recursos económicos y humanos. También se prevé el seguimiento de los programas y su evaluación.

LA GESTIÓN // «El plan director tendrá una incidencia directa en una mejora de la gestión y una mayor proyección social de los bienes protegidos, que se concretará en un incremento de la satisfacción de los usuarios, en avances en la conservación del patrimonio y en un reforzamiento de las relaciones del conjunto con su entorno territorial y social», continúa Del Pozo. Y del buen funcionamiento de este plan y de cuidar de que se cumplan sus objetivos se encargará un consejo de coordinación que estará integrado por representantes de las instituciones y agentes sociales.

Vídeo: El yacimiento arqueológico de Medina Azahara inicia sus visitas nocturnas veraniegas.

Otra de las aspiraciones del conjunto arqueológico es el avance en la restauración de Salón Rico, la joya de la corona. En este sentido, la consejera asegura que este emblemático espacio «centrará las intervenciones con el propósito de incorporarlo al circuito de visitas del conjunto arqueológico» y «los trabajos de restauración de los atauriques están previstos que comiencen en el otoño». Por otro lado, según Del Pozo, también se está redactando un proyecto de mejora en la atención a los visitantes, valorado en 100.000 euros.

Algo más lejano en el tiempo está la ejecución de otra de las recomendaciones del Icomos en cuanto al impacto visual de las parcelaciones ilegales que rodean al yacimiento o las mejoras de accesibilidad y la reordenación de la visita. Al respecto, la consejera de Cultura afirma que se está trabajando en un borrador sobre ambos aspectos, «pero es un tema complejo que afecta a la seguridad de la zona arqueológica y a los vestigios, y hay que desarrollarlo con prudencia para alcanzar la mejor solución», añadiendo que «también queremos contar con los colectivos afectados, personas con movilidad reducida, para que nos expongan sus necesidades reales».

Un guía se dirige a un grupo de visitantes en Medina Azahara. Foto: SÁNCHEZ MORENO