Favour Uzoho es madre de dos hijos de 7 años y 6 meses. Vive en España desde el 2011 y ayer se quejaba amargamente de cómo todo juega en contra de quienes intentan salir de la pobreza. «Mi marido lleva casi seis años en un semáforo y a veces viene con 7 euros, con 8 euros, y aguantamos, aguantamos pidiendo ayuda a Cáritas, pidiendo ayuda para comer a Cruz Roja o a la asistente social, porque he trabajado 31 días y he cotizado 5, mi marido ha trabajado 2 años y ha cotizado 6 meses, ha ido a por la aceituna y ha ganado 150 euros en dos mess, yo he trabajado en un bar 2 meses y he cotizado un día, todo es así», relató antes de recalcar que su objetivo no es ni mucho menos obtener una ayuda social sino «trabajar para buscar mi vida, no quiero que mi hijo sufra como yo, yo he sufrido mucho para llegar aquí y no quiero que él sufra porque no tiene nada». Según su experiencia, no tiene sentido que pidan trabajo para obtener papeles y que a la vez, sin papeles, nadie te dé un trabajo. Desesperada, Favour insistió al auditorio: «Tengo fuerza, tengo dos manos, necesito trabajo, yo hago como que río, pero no soy feliz, no puedo ser feliz», al tiempo que dejó claro a la pregunta del presidente de Futura, Manuel Pérez Yruela, que actuó como moderador de la charla coloquio, de qué pasará si el sueño de encontrar un futuro mejor no se hace realidad. «Yo no voy para atrás con mi familia, yo voy para adelante, yo no voy para atrás».