La unión entre el Córdoba CF y Juan Sabas ha durado casi nueve meses, pero solo seis partidos oficiales. El madrileño llegó el pasado marzo para relevar en el banquillo a Raúl Agné, tras caer el Córdoba CF de manera consecutiva en El Arcángel ante el Algeciras (0-1) y contra el Cartagena (0-2). Así, el pasado 10 de marzo, la entidad blanquiverde hacía oficial la contratación del madrileño, que apenas pudo celebrar dos entrenamientos con su nuevo equipo. Ese fin de semana, en el que el Córdoba CF debía visitar al San Fernando, llegó el confinamiento por la pandemia de coronavirus y todo se congeló.

Tras la decisión de la RFEF de organizar los playoff de ascenso entre los cuatro primeros de cada grupo, el Córdoba CF decidió mantener a Sabas en el banquillo para la 20-21 y se puso manos a la obra para remozar la plantilla. La entidad blanquiverde tenía ciertos límites, tanto por vínculos contractuales en el tiempo con determinados jugadores como por las cantidades que perciben algunos, de ahí que se centrara en rejuvenecer el plantel en lo posible y en descargar de jugadores algunas líneas, como la defensa, para reforzar otras, como el centro del campo.

Una larga pretemporada

Intentando optimizar al máximo los recursos, en el Córdoba CF se decidió por una pretemporada larga, con las limitaciones lógicas por las restricciones sanitarias, pero con el objetivo de que los nuevos se integraran rápidamente y de que el equipo iniciara la competición con un nivel físico notable o, al menos, por encima del resto. También decidió incluir más partidos de pretemporada de lo que inicialmente se tenía previsto. Hasta ocho encuentros de ensayo tuvo el Córdoba CF en un espacio relativamente corto de tiempo, ya que el primero no pudo jugarlo hasta seis semanas después de iniciarse la pretemporada. El balance numérico no fue negativo. Sumó cuatro triunfos, ante el Juventud de Torremolinos, el Pozoblanco, el Algeciras y la Balompédica Linense. También dos empates, contra el Salerm Puente Genil y el San Fernando, mientras que cayó derrotado contra el Atlético Sanluqueño (1-0) y el Badajoz (2-1), que fue además el último amistoso antes de iniciar la Liga 20-21. Anotó 11 goles, con una demostración de pegada contra el Algeciras, al que goleó por 4-1, y encajó solo seis tantos en esos ocho ensayos.

Buen arranque

Siete meses después de llegar a Córdoba y con un 1-4-2-3-1 como esquema fetiche, Sabas inició la Liga con el Córdoba CF ante el Lorca Deportiva, en El Arcángel. Un estreno que se saldó con una victoria por la mínima, ante un rival claramente inferior y en un duelo en el que los blanquiverdes no brillaron. El equipo cordobesista pudo ganar con más holgura, ya que ocasiones tuvo de sobra, y clarísimas, para ello, pero ese 1-0 dejó alguna duda. Una semana después, las preocupaciones desaparecieron. Sabas cambió el esquema del Córdoba CF ante la ausencia de Miguel de las Cuevas por lesión y por las características del campo y del rival, un Yeclano Deportivo que al igual que el Lorca se sitúan hoy por hoy en los sótanos de la tabla. El Córdoba CF ganó con claridad 1-3, en un partido planteado muy al estilo de Segunda B: buscando el juego directo, el balón largo, para aprovechar la capacidad rematadora de Piovaccari y Willy Ledesma. La apuesta funcionó y la tranquilidad pareció regresar por completo a El Arcángel, estadio que acogería en la tercera jornada un rival serio: el UCAM Murcia, actual líder de la clasificación. Salmerón planteó el partido a su estilo y el Córdoba CF se vio incapaz de romper el control de los universitarios. Dos palos de Javi Flores, uno de ellos de golpe franco directo, pudieron desequilibrar la balanza, pero en el cómputo general pesó más la sensación de que el equipo de Sabas no lograba imponer el ritmo de partido a sus rivales, algo que ya apuntó en algunos pasajes en La Constitución.

La confianza se resquebraja

Por si fuera poco, la confianza fue mermando en el seno del Córdoba tras el golpe de mala suerte acaecido en la Ciudad Deportiva del Granada. El conjunto blanquiverde se adelantó pronto en el marcador con un tanto de Javi Flores y tras más de 70 minutos de juego en el que el rival no hizo ni una sola ocasión de gol, en la última jugada del choque el filial nazarí igualó la contienda, sin posibilidad siquiera de sacar de centro. El encuentro confirmó que este Córdoba parecía encontrarse más a gusto sin balón que con él, a pesar del perfil de jugadores en su plantilla.

Intentó revertir esa situación ante el Sevilla Atlético, en El Arcángel, primer partido en el que ganó la posesión de balón, pero no transmitió durante los 90 minutos del duelo poder igualar la contienda, al menos en juego. El filial sevillista no solo se llevó los tres puntos de El Arcángel, sino la confirmación de que el equipo estaba en crisis. Cuando tocaba el balón lo hacía en zonas «de paz», no en terrenos comprometidos o peligrosos para el adversario, planteando un juego horizontal y sin amenaza para el rival. Por el contrario, sin balón el Córdoba CF mostraba debilidades, poca capacidad para la recuperación en el centro del campo y los primeros partidos de Liga, con cierta consistencia defensiva, pasaron a mejor vida.

La final de Linarejos

Y llegó la sexta jornada de Liga, un día en el que Juan Sabas se jugaba el puesto, aunque desde el club se intentaba transmitir tranquilidad. Pero estaba claro que era una final. Juan Sabas cambió cuatro piezas del once inicial, incluida la portería, y con el marcador en contra varió el esquema a uno que no se había visto hasta ahora, ni tan siquiera en pretemporada, con tres centrales y acumulando hasta media docena de futbolistas en la zona de tres cuartos hacia delante. Ni siquiera así logró anotar el Córdoba CF y tampoco generó excesivo peligro, salvo un larguero de Piovaccari y una parada de Razak. Poco bagaje para un Córdoba CF llamado a cotas más importantes, ante un rival llegado de Tercera División y con hasta media docena de jugadores de ataque en el campo.

Juan Sabas deja el Córdoba CF con un bagaje oficial de dos victorias, dos empates y otras tantas derrotas, con seis goles a favor y los mismos en contra. Ocho puntos que sitúan al conjunto blanquiverde fuera de los puestos de privilegio en el Subgrupo 4-B, a un punto de la zona roja y con una tabla muy comprimida, salvo en el liderato, en el que el UCAM impone su mando con seis puntos más que los cordobesistas. Ocho meses y medio en El Arcángel, el tiempo que suele durar una temporada que para el ya exentrenador blanquiverde han supuesto solo seis encuentros.