Córdoba se reencontró ayer con su Templo Romano que, tras décadas enjaulado , lucía reluciente y visible a todos más allá de sus altas columnas gracias a una rehabilitación que también ofrece una nueva imagen urbana, sobre todo en la calle Claudio Marcelo. Esta recuperación ha roto las barreras que lo separaban de la ciudad y supone la primera intervención dentro de un proyecto que aspira a convertir este elemento en un referente de la cultura romana en Córdoba con la creación de un centro de interpretación en las instalaciones del Ayuntamiento, además de sumarse al atractivo turístico de la ciudad. Con la iluminación del templo finalizó el acto de reapertura de este monumento, que comenzó con la teatralización, a cargo de un actor de la compañía Sexto Mario, de un sueño de Lucano en torno a este templo, que ahora se une a la Mezquita árabe, a la Catedral cristiana y a la Sinagoga judía.

El alcalde de Córdoba, Jose Antonio Nieto, presidió el acto y, tras mostrar su "orgullo" ante la nueva visión del Templo Romano, agradeció "la encomiable labor" que han realizado todos los implicados en este proyecto, codirigido por la arquitecta del Ayuntamiento Carmen Chacón y el arqueólogo municipal Juan Murillo, con la colaboración de la directora de la Oficina del Casco Histórico, Rosa Lara, bajo la tutela de la delegación municipal de Casco Histórico, Patrimonio y Naturaleza. El primer edil reconoció "el abandono" al que ha estado sometido el monumento "sin ser capaces de ponerlo en valor y sumarlo a la oferta patrimonial de Córdoba", insistiendo en que esta recuperación es un "punto y seguido" a las actuaciones que "queremos desarrollar en torno a esta magnífica herencia".

El alcalde recordó que esta rehabilitación, cuyo presupuesto ha rondado los 200.000 euros, ha sido posible gracias a la colaboración de la Red Ruta Bética Romana y a la aportación de 95.000 euros de la Fundación Endesa, que se ha hecho cargo de la espectacular y "sostenible" iluminación del momumento y cuyo presidente, Antonio Pascual, acudió al acto, igual que Juan Ramón Avila Gutiérrez, alcalde de Carmona y presidente de Ruta Bética Romana.

"Espero que consigamos darle continuidad y hacer que esto se convierta en un espacio único en la ciudad y que sirva para darle valor a la Córdoba romana", continuó el alcalde dirigiéndose a Mari Santos Córdoba, delegada de la Junta de Turismo, que señaló que "hoy es un día importante para la ciudad y para el turismo porque con esta apertura consolidamos a Córdoba como destino turístico". "Si hay algo por lo que estamos apostando desde esta consejería es por poner en valor las rutas de la Red Ruta Bética Romana", dijo la delegada. Por su parte, Rafael Jaén, delegado de Patrimonio y Casco Histórico, confesó que "hemos querido que el Templo Romano sea el auténtico protagonista y sea él el que se abra a la ciudad en esta gran plaza que, a partir de hoy, cobra nueva vida una vez más después de 2.000 años". Los codirectores del proyecto mostraron su satisfacción ante el resultado, deseando que los ciudadanos lo disfruten, igual que las siguientes actuaciones que se llevarán a cabo. "Me embarga una enorme emoción", señaló Juan Murillo, porque "hace apenas unos años dudaba que pudiera ver este día", instanto a "mirar con optimismo al futuro" y a pensar que, igual que hace 2.000 años este templo presidió un enorme desarrollo de la ciudad, "ahora debemos considerarlo un motor" y creer que el patrimonio "no son solamente unas piedras mudas", sino un factor que da cohesión a Córdoba y un ámbito de desarrollo que "debemos utilizar para promocionar nuestra ciudad y mirar con optimismo al siglo XXI".