A escasos cinco días de que tome posesión el nuevo gobierno municipal, sin que se conozca aún quién será la persona que asuma la cartera de Servicios Sociales en el Ayuntamiento, quedan sobre la mesa una serie de asuntos iniciados por la Corporación en funciones que están pendientes de rematar.

En materia de sinhogarismo, IU ha dejado sin resolver el traslado del comedor social trinitario a un nuevo edificio, pese a las negociaciones iniciadas al inicio del mandato. La última oferta de Urbanismo proponía la permuta de un solar de la orden Trinitaria, anexo al actual emplazamiento del comedor, en la Ronda del Marrubial, que permitiría a cambio a la Fundación Prolibertas instalarse en la calle Sagunto, en el edificio del antiguo cuartel de Lepanto, junto a las dependencias de la Casa de la Libertad. A principios de año se confirmaban las tareas que los técnicos de Urbanismo estaban llevando a cabo para encontrar una figura jurídica que hiciera viable esta opción, a través de una permuta de terrenos o mediante una cesión de uso. Esta fórmula habría permitido al Ayuntamiento utilizar el solar contiguo al colegio de los Trinitarios para ampliar el Jardín de los Poetas o habilitar equipamientos deportivos. La orden Trinitaria, según las fuentes consultadas, no llegó a dar luz verde a esta idea, lo que ha dejado el asunto en vía muerta hasta ahora.

Mientras tanto, la Casa de la Libertad, un centro de día para personas sin hogar, atiende a una media diaria de 55 a 60 personas -el 85% hombres- en situación de calle, de los cuales un 70,3% son españoles, según los datos facilitados por Prolibertas. La puesta en marcha de este recurso ha revelado una demanda creciente de servicios entre el colectivo de personas sin techo, ya que el año pasado, desde marzo a diciembre, ya se desbordaron las previsiones iniciales. De 180 personas beneficiarias previstas, se superaron las 600 mientras servicios como el de lavandería pasó de 50 personas previstas a 450 o de 29 a 198 en el caso de la consigna.

Otro asunto sobre el que tendrá que decidir el gobierno entrante será la continuidad de los convenios nominativos establecidos con las distintas entidades sociales para este año, cuya firma ha sido paralizada por Intervención Municipal pese a existir un presupuesto aprobado por el Pleno, al considerar que un gobierno en funciones no está autorizado para ello. Entre los convenios pendientes en materia de sinhogarismo figura el de la Fundación RAIS, encargada del proyecto Housing First, que ha permitido a una decena de personas que vivían en la calle en situación extrema iniciar una nueva vida al contar con un alojamiento estable. Se trata de una iniciativa pionera puesta en marcha en distintos puntos de la geografía española que cambia la perspectiva asistencial de estos casos y apuesta por ofrecer al usuario la posibilidad de rehacer su vida de forma autónoma, con acompañamiento de profesionales.

Lo que sí ha salido adelante en este mandato ha sido la obra para la puesta en marcha del nuevo centro de emergencia habitacional en el edificio del antiguo hospital militar, una obra que arrancó a principios del mes de abril, poco antes de las elecciones. Esa obra tiene un plazo de ejecución de cinco meses y, una vez acabada, ofrecerá al Ayuntamiento un recurso de emergencia habitacional con 15 apartamentos de distinto tamaño dotados con servicios básicos en los que podrá alojar temporalmente a personas o familias que se encuentren en situaciones excepcionales como un desahucio.

EMERGENCIA HABITACIONAL / Las medidas para paliar las situaciones de emergencia habitacional, que han sido uno de los ejes de actuación del Ayuntamiento saliente, han incluido algunos programas piloto como el que permitió a una serie de familias compartir pisos alquilados por el Consistorio durante un periodo de tiempo a cambio de comprometerse con un itinerario de inserción social. Este programa, monitorizado por Cruz Roja, se puso en marcha en el 2016 y estuvo vigente hasta el año pasado.

Están por ver los planes del nuevo gobierno local para la Oficina Municipal de la Vivienda, con la que ha sido muy crítico durante el mandato asegurando en más de una ocasión que era «un pozo sin fondo» que no aportaba soluciones y si será ahora más contundente que el gobierno saliente reclamando a la Junta de Andalucía, con quien ahora comparte signo político, la construcción de viviendas sociales, cuya escasez ha lamentado repetidamente desde la oposición.