El magistrado del Tribunal Supremo (TS) Pablo Llarena aplazó ayer hasta el 9 de noviembre, jueves, las comparecencias de la presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, y de otros cinco miembros de la Mesa de la Cámara catalana, y les impuso vigilancia policial permanente hasta el día 9 a petición de la fiscalía.

Esta vigilancia se realizará telefónicamente, no implica seguimiento físico, según explicó Xavier Melero, abogado de Lluís Corominas, Lluís Guinó y Ramona Barrufet, todos ellos del PDECat.

Por este motivo, los investigados tuvieron que facilitar un número de teléfono y una dirección de domicilio, y tendrán que estar siempre localizables.

Por tanto, también es posible que se persone en sus casas la policía. Por ahora desconoce qué cuerpo de seguridad realizará esta labor.

Junto a Forcadell, los otros imputados son Lluís Corominas, exvicepresidente primero de la Mesa y actual presidente del grupo parlamentario de Junts pel Sí (JxS); Lluís Guinó, vicepresidente primero de la Mesa y diputado de JxSí; Anna Simó, secretaria primera de la Mesa y diputada de ERC; Ramona Barrufet, exsecretaria cuarta de la Mesa y diputada de JxSí, y Joan Josep Nuet, exsecretario tercero de la Mesa y exdiputado de Catalunya Sí que es Pot. La fiscala del caso es Consuelo Madrigal, exfiscala general del Estado. Llarena, que fue presidente de la Audiencia de Barcelona y conoce a la perfección la realidad catalana, acordó la suspensión de las comparecencias previstas para ayer y hoy y su posterior aplazamiento a petición de los abogados de los diputados del Parlamento catalán, investigados por los presuntos delitos de rebelión o sedición y malversación.

El 9 de noviembre es festivo en Madrid (la Almudena), pero el alto tribunal mantendrá la actividad. El letrado de Forcadell y Simó, Andreu van den Eynde, solicitó esta medida para tener más tiempo para estudiar la causa.

SUPUESTOS ERRORES

Los abogados defensores, entre ellos también Enric Leiva, que representa a Nuet, solicitaron que se incorporen una serie de documentos antes de la declaración de los investigados, a lo que el magistrado respondió que el próximo jueves declaren y después ya decidirá.

Leiva, además, ha presentado un escrito en que pone de relieve supuestos errores de la querella de la fiscalía respecto a su cliente; en concreto, sobre lo que votó tanto en la Junta de Portavoces como en el pleno en el que se declaró la independencia de Cataluña. Tanto a la entrada como a la salida del TS, Forcadell y los otros miembros de la Mesa fueron aplaudidos por un grupo de personas, afines a la independencia, mientras otros con banderas españolas les abucheaban y gritaban «a prisión, a prisión».