El solar situado en el número 110 de la calle San Fernando no tenía ningún expediente de derribo pendiente en la Gerencia Municipal de Urbanismo en el momento de producirse el desplome desplome, según explicó ayer el presidente de la GMU, Salvador Fuentes, «ni tampoco órdenes de ejecución de ningún tipo».

El solar en cuestión, que es propiedad, según las fuentes consultadas, de los marqueses del Carpio, al igual que el Palacio del mismo nombre colindante por arriba, por la calle Cabezas, tuvo una orden de ejecución para resanar la fachada en el año 1986, que quedó archivada en el 2002, «pero ya no hay nada más», recalcó Fuentes, que confirmó la alerta dada por Urbanismo a los propietarios del solar.

De esta forma, la propiedad deberá hacerse cargo ahora de llevar a cabo las actuaciones y medidas que disponga la Gerencia de Urbanismo y la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, supervisadas por los técnicos de ambas administraciones, tanto para evitar nuevos desplomes y garantizar la seguridad de los viandantes como para preservar la conservación de los sillares de origen romano contenidos en la estructura de la muralla. Tras el derribo, dos camiones retiraron la mayor parte de los sillares, que se emplearán para su reconstrucción.