Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), hay más de nueve millones de personas con más de 65 años (9.055.580), casi el 20 % de la población, y con tendencia a aumentar, ya que según sus proyecciones, en 2033 alcanzará al 25 %, dado el aumento de la esperanza de vida y la disminución de nacimientos.

Pero a la vez que sube el número de mayores, también se incrementa la cifra de hogares en los que vive una sola persona, a veces elegido de manera voluntaria, pero otras no.

Más de dos millones de personas mayores de 65 años viven solas en España, la mayoría mujeres (1.465,6 mujeres frente a 572,1 hombres).

El Defensor del Pueblo español alertaba este mes: «Si esto no cambia, caminamos hacia un país más viejo y con más soledad».

Un 39,8 % de las personas mayores de 65 años sufren «soledad emocional» en España, según un estudio realizado este año por la Obra Social La Caixa, donde además alertan del riesgo de aislamiento por pérdida de la red social de amigos, sobre todo en el caso de los hombres. Por ello, proponen fomentar las relaciones sociales, algo difícil, sobre todo en las grandes ciudades, donde se producen muertes de ancianos solos que no son descubiertas hasta meses o años después. La soledad no deseada perjudica a la salud, según estudios científicos, como el publicado el pasado mayo por la Universidad Autónoma de Madrid, que concluye que es un factor de riesgo para desarrollar demencia en las personas mayores.