Las cifras son importantes. Cierto. Pero hablando de trasplantes de órganos, ayer quizá eran más significativo aún que los optimistas números que presentó la consejera Marina Álvarez los ojos del pequeño de 12 años José Manuel Camino. Y es que el jovencísimo malagueño, con el que la Consejería de Salud quiso poner rostro a su balance del programa de trasplante en lo que va de año, lo decían todo cuando habló de sus tres años en silla de rueda y cómo su vida cambió el 7 de junio al ser operado en Córdoba para un doble trasplante de pulmón que eliminó la fibrosis quística que casi le tenía inmovilizado.

Con toda la sencillez del mundo y sin darle más dramatismo que el que tiene, José Manuel dio en el clavo al recordar que ha pasado «de la silla de rueda a jugar al fútbol».

Y es que el pequeño, con su sola presencia, recordó que el éxito del programa de trasplante andaluz no solo está en prolongar la existencia de los pacientes, sino en la calidad de vida que se le aporta. No es tanto dar años a la vida como lo importante que es dar vida a los años.

En todo caso, el testimonio de José Manuel, recogido ayer por las agencias de noticias y medios como la web de Diario CÓRDOBA, corrió por las redes sociales de manos de titulares donde se destacaba su paso desde la silla de ruedas al campo de fútbol. Eso sí, sin olvidar las declaraciones de su padre, Francisco Camino, que aprovechó la ocasión para «dar gracias a todas las personas que donan sus órganos para que otras puedan seguir viviendo, como es el caso de mi hijo».

Volviendo al pequeño José Manuel, tras reconocer ante la prensa no solo su afición al fútbol sino que «ya he marcado goles» jugando con el balón tras el trasplante, la misma consejra de Salud, Mariana Álvarez, le recordó que «hay que ir despacio», dijo medio en broma (pero bastante en serio) temiendo el entusiasmo del niño y pidiéndole que se tome con calma su rehabilitación.

Una anécdota más: al terminar la rueda de prensa, el doctor Ángel Salvatierra, con una cara de satisfacción que no podía disimular, recordó que las aspiraciones del pequeño José Manuel no se limitan al fútbol: «También quiere ser médico», dijo, provocando una carcajada general para cerrar la rueda de prensa. Por cierto: un final risueño que poquísimas veces puede verse en este tipo de encuentros con periodistas.