Carmen Garrido ha puesto hace poco nombre a la enfermedad de su hija, síndrome Moyamoya, una dolencia cerebrovascular de origen asiático que provoca ictus frecuentes que obstruyen las carótidas. El diagnóstico fue posible tras una prueba que descubrió la maraña de humo de las arterias de su hija, de solo 6 años. «Es una enfermedad muy reciente sobre la que no hay estudios», explica Garrido, «existe una operación que se hace para ralentizar los síntomas, aunque apenas hay experiencias previas». La enfermedad debutó a los 3 años pero varios diagnósticos fueron fallidos. «Sientes mucha impotencia cuando ves que no hay respuestas». Su objetivo ahora es crear una asociación.