Los analistas deportivos, los expertos que se ganan la vida asesorando a quienes desean apostar para ganar, tienen los días contados. Según Sergio, un pronosticador o tipser profesional, que prefiere mantener su anonimato, el negocio está expulsando a quienes ganan. Él empezó apostando vía online en el 2012. Él empezó a apostar en esa época «siguiendo los consejos de un analista deportivo que te garantizaba unos ingresos», explica. Viendo que era una opción de negocio, decidió especializarse en un área, el tenis, y dedicarse a ello. «Yo estudié informática, pero aprendí a analizar las probabilidades de forma autodidacta», comenta, «me centré en el tenis, pero no el de élite sino el de las categorías inferiores, donde hay más posibilidades de ganar; se trata de analizar el partido, la superficie, ver si las casas de apuestas han asignado bien las cuotas...». Su porcentaje de éxito atrae a más o menos clientes. En las ligas inferiores, el riesgo está en la posibilidad de que se amañen partidos. «Si una persona gana 3.000 euros ganando una final y le ofrecen 5.000 por perder...», comenta, «no te digo que sea habitual, pero al año puede haber dos o tres partidos que digas aquí ha pasado algo raro». El negocio ha ido decreciendo en los últimos años, afirma, «yo he pasado de 90 clientes a 30 y, cuando no tenga clientes, dejaré esto, me lo tomo como una etapa de mi vida. Si no gano dinero, no voy a apostar».

Cuando habla de ganar dinero no se refiere a unos eurillos. Sergio tiene prohibido apostar en algunas de las grandes bookies porque ha ganado demasiado. «Hablamos de 50.000 euros o más», explica, «en ese momento, te mandan un mail y te cierran la cuenta, te prohíben apostar con la excusa de que te consideran un ludópata cuando el problema no es que juegues sino que ganes», señala. «Si gastas mucho, pero pierdes, les da igual o incluso los incitan a seguir mandándoles bonos de regalo». Esa queja se ha materializado en una denuncia que agrupa a unas 200 personas contra una casa de apuestas a la que acusan de forma abusiva y contraria a derecho por cerrar cuentas que obtienen ganancias. «Estamos en juicio», comenta, «toda la información se puede ver en muebete.org».

En cuanto a las apuestas deportivas en salones de juego, asegura que «es tirar el dinero, no lo recomiendo». Según su criterio, «ganar dinero ahí es imposible porque sacan muy poco mercado y te dejan apostar muy poco».

Ganar grandes cantidades tiene sus desventajas fiscales. «A mí me ha servido para ganarme la vida aunque Hacienda se llevó el 38% de lo que había ganado cuando lo declaré». En este momento, Sergio está de alta como autónomo como prestador de servicios a una web a la que sirve de analista deportivo.

El Gobierno recoge en los Presupuestos del 2018 una rebaja de 5 puntos a los ingresos del juego, del 25 al 20%.