Solo el 27% de los cordobeses a los que hasta el momento se les ha enviado una carta por parte de los distintos distritos y áreas sanitarias de Córdoba para que participen en el programa de cribado de cáncer de colon que oferta la sanidad pública andaluza se han animado a realizarse el test de sangre oculta en heces, que es la prueba sencilla que determina en caso de resultar positiva (que aparezca esta sangre) si existe algún indicio de que esta persona padezca un precáncer o un cáncer de colon. El objetivo de la Consejería de Salud es que de ese 27% de aceptación en Córdoba y del 20% que existe en Andalucía se llegue hasta el 100% de la población de 50 a 69 años. Para que los dos millones de andaluces que tienen entre 50 y 69 años accedan a hacerse esta prueba de sangre oculta en heces, ya que es la mejor herramienta para el diagnóstico precoz y para mejorar la supervivencia a este tipo de cáncer.

El cordobés Eduardo Valdecantos, vecino de la Fuensanta, recibió la carta el año pasado cuando aún tenía 68 años. Tanto él como su mujer decidieron hacerse la prueba en su casa y llevaron una pequeña muestra de heces a su centro de salud de referencia, que es el de la Fuensanta. Los resultados de su esposa fueron negativos, como el de gran parte de las personas que se someten a este programa de cribado. Sin embargo, a Eduardo le comunicaron que se había apreciado la presencia de sangre oculta en la muestra que había aportado, tras ser analizada en el Reina Sofía, y le dieron cita para que se hiciera una colonoscopia.

«Durante la realización de la colonoscopia me quitaron tres pólipos más pequeños. Sin embargo, había un pólipo más grande que no podía ser eliminado con la colonoscopia porque estaba muy encapsulado, así que me tuvieron que operar. En dicha intervención me quitaron varias partes de intestino (20 centímetros de colon, el ciego y el íleon). En el análisis que hicieron de los pólipos en anatomía patológica del Reina Sofía se comprobó que era cáncer de colon y la fortuna es que gracias a esta prueba que me hice la enfermedad se diagnosticó muy a tiempo», cuenta Eduardo.

Al detectarse de forma tan temprana los pólipos y poder ser eliminados este vecino de la Fuensanta no necesitó ni quimioterapia ni radioterapia, ninguna medicación. Él se siente contento de haberse efectuado el test, pues le han comentado en el hospital que el cáncer de colon no da al principio síntomas y si no se hubiera hecho esta prueba podían haber pasado muchos años, haberse extendido la enfermedad y no haberlo sabido hasta que su situación hubiera sido muy complicada. Todo fue muy rápido, en septiembre del 2018 recibió la carta, luego se hizo el test y en octubre ya estaba operado.

Revisión a familiares

En el hospital Reina Sofía han aconsejado a las hijas de Eduardo que se hagan también las pruebas para descartar que ellas puedan tener algún indicio de padecer este mismo cáncer.

Este cordobés anima a sus amigos y familiares que tienen entre 50 y 69 años a que se hagan la prueba de sangre oculta en heces para ganar principalmente tranquilidad.

«Alguna vez sangraba pero no le había dado importancia, pensando que podía ser por las hemorroides, pues mis padres o abuelos no tuvieron este cáncer. Pero menos mal que me hice esta prueba. Al haberme quedado curado ya no tengo cita en el hospital hasta que no haya pasado un año de la operación. Pienso seguir cuidándome. Ya hace diez años que dejé el tabaco y mi mujer y yo comemos sano y muchos platos a la plancha», destaca Eduardo.