Muchos paros parciales, mucha reivindicación y poca huelga. En total, unos seis millones de personas secundaron en España los paros feministas de dos horas por turno convocados por CCOO y UGT en el marco de la jornada con motivo del Día Internacional de la Mujer de este 8 de marzo (8-M), así como los de 24 horas en algunos sectores. Ambas centrales convocaron estos paros, si bien UGT dio cobertura legal a los trabajadores para secundar la huelga durante las 24 horas. CGT y CNT convocaron huelga de 24 horas.

Según fuentes sindicales, solo en el turno de mañana un tercio de los trabajadores habían secundado este paro, por lo que apuntan que se superó el seguimiento de la huelga del año pasado, que se cifró en 5,3 millones de personas. En general, la incidencia en las empresas fue baja, según las patronales; pero donde más se notó fue en las universidades.

En un comunicado, CCOO añadió el «alto seguimiento» de los paros parciales, precedidos por más de 600 asambleas en todas las comunidades autónomas y más de 2.000 adhesiones de comités de empresa, juntas de personal y secciones sindicales de compañías que representan a más de seis millones de trabajadores y trabajadoras de la industria, los servicios, administraciones públicas, sanidad, enseñanza y medios de comunicación. Además, aseguró que miles de sindicalistas y trabajadores de todo el país participaron en estas concentraciones. Según CCOO, que convocó un paro de 24 horas en la enseñanza, la huelga tuvo un seguimiento del 80% en la universidad, el 61% en los institutos y el 42% en primaria.

LAS MANIFESTACIONES/ Bajo el lema de que hay más de 1.000 motivos para hacer huelga, miles de féminas salieron a la calle en manifestaciones de todas las ciudades de España. Porque están cansadas de cobrar menos por el mismo trabajo que los hombres. Porque están hartas de tener miedo cuando salen a correr o vuelven de noche solas a casa. Porque las matan. Porque ya no aceptan que tener hijos se convierta en un obstáculo para progresar profesionalmente. Porque no quieren tener tantos jefes y quieren que haya más jefas. Porque sus hijas deben tener realmente los mismos derechos que los hombres pero ven peligrar los que lograron sus madres y abuelas. Porque ya no van a escuchar más frases denigrantes, que las reducen a objetos sexuales, sin responderlas. Porque el machismo debería tener las horas contadas pero no es así.

La más concurridas fueron la movilización de Madrid, con más de 375.000 asistentes, según la Delegación del Gobierno, y la de Barcelona, con, según la Guardia Urbana, 200.000 mujeres.

Si el pasado 8-M en España se vivió la primera protesta masiva feminista, ayer sirvió para confirmar que el feminismo no se va a rendir hasta extirpar el machismo: provenga de donde provenga, avisan. En el trasfondo de la manifestación asomaba sobre todo la rabia que genera la violencia sexual machista. Un grito que resultó atronador tras un caso como el de La Manada de Pamplona y que ha aumentado de volumen tras crímenes como el de Laura Luelmo, la profesora de Zamora raptada, violada y asesinada por un vecino de Huelva cuando salía a correr sola.

La marea lila alcanzó también buena parte del planeta. Berlín declaró el 8-M día festivo de manera oficial. También se hizo notar el eco feminista en Estambul, donde se pidió la liberación de las mujeres sirias injustamente encarceladas y la policía dispersó las protestas con gases lacrimógenos. Otras reivindicaciones fueron ante la Embajada de Arabia Saudí en París, en las calles de Kiev y en las de Atenas.