El espectáculo ofrecido por la Escuela de Equitación del Kremlin mereció la atención que le dispensó Córdoba Ecuestre, dejándole a la escuadra rusa todo el protagonismo en su primera visita a España, precisamente en Córdoba, como respuesta a la realizada hace dos semanas por la delegación cordobesa al Festival Internacional Spasskaya Tower, en la Plaza Roja de Moscú. Y no defraudó este protagonismo ante una espectacular exhibición de una manera distinta de entender la equitación. Doce jinetes y doce caballos dejaron pequeña la pista del Patio Central de las Caballerizas Reales. El dinamismo y el empuje de los jinetes cosacos requirió de un suplemento para realizar acrobacias y piruetas nada frecuentes por estos lugares. La pista se agrandó con un pasillo que llevaba al Picadero Cubierto, para engrandecer una equitación llena de disciplina, seguridad, plasticidad y colorido,

La lluvia puso durante un tiempo la duda de si iba a celebrarse el espectáculo, y en caso afirmativo dónde, en el Picadero Cubierto o en el Patio Central del regio edificio ecuestre. Los jinetes cosacos necesitaban una amplia pista, pero al final se adaptaron a la circunstancia producida por la lluvia y demostraron que en ellos solo hay equitación, una equitación distinta al concepto occidental, pero una equitación profunda con unos caballos perfectamente domados, en los que el jinete confía ciegamente, y unos jinetes con una educación amplia y segura. Una escuela, la del Kremlin, que soto tiene doce años de existencia, pero que posee toda la tradición ecuestre rusa, cuidada, con una disciplina fuerte, una base arraigada y una imaginación y frescor destacados.

Una representación cuidada que ofrece la imagen de la Federación Rusa, con números que superaban las acrobacias. adornados con el uso de sables y lanzas, sin importarles el espacio donde trabajar, con individualidades sobresalientes y actuaciones en conjunto perfectas.

El espectáculo que ofrecieron ayer en Cabalcor fue imagen de Rusia, que finalizó con una torre de tres personas en alto, cabalgando con las banderas españolas y rusa. Una verdadera embajada.