Sobran debates y faltan decisiones con las parcelaciones. Es inadmisible que se siga mareando la perdiz una y otra vez y el debate oscurezca una realidad muy clara. Una vivienda no puede estar en una zona que se inunda periódicamente aunque el organismo gestor de la cuenca trate de evitarlo haciendo grandes malabarismos. Si los políticos no gobernaron con responsabilidad en su día, al dejar hacer, ya no hay excusas para cerrar el debate y tomar decisiones.