El hospital Reina Sofía se encuentra muy próximo a alcanzar la cifra de 600 trasplantes pulmonares, registro que coincide con la conmemoración del 25 aniversario del primer injerto de este órgano que se llevó a cabo en 1993 en Córdoba. El director de la unidad y jefe de servicio de neumología del Reina Sofía, Francisco Santos, apunta que en lo que va de año se han realizado ya en el Reina Sofía 40 trasplantes pulmonares y «es muy probable que se igualen o superen los 43 injertos de pulmón del año pasado, que supusieron un dato histórico, el más alto conseguido hasta entonces en un año por el Reina Sofía en este tipo de intervención».

Santos señala que «desde hace casi 20 años el Reina Sofía está acreditado como centro de referencia nacional para trasplante de pulmón en adultos y niños. El hospital también es referente andaluz, realiza todos los trasplantes pulmonares de la región y puede acoger a su vez pacientes de toda España. De los casi 600 trasplantes pulmonares efectuados desde 1993 a ahora, 44 correspondieron a pacientes de fuera de Andalucía (la mayoría de Extremadura y de Castilla La Mancha), aunque hemos tenido receptores de País Vasco, Asturias, Baleares o Canarias. Por otro lado, otros 14 injertos pulmonares beneficiaron a personas no nacidas en España, pero con residencia estable en nuestro país».

Santos especifica que 48 de esos casi 600 trasplantes han sido recibidos por niños, 300 han sido bipulmonares, cinco combinados (cuatro de ellos con hígado y uno con corazón) y que actualmente 56 personas están en lista de espera de este trasplante en el Reina Sofía. Tras el injerto, el programa de rehabilitación y adaptación al injerto dura unos tres meses y con el mismo el paciente adquiere hábitos para mantener un nivel de actividad física de por vida, además de seguir una alimentación adecuada y tomar de forma estricta la medicación.

El jefe de neumología del Reina Sofía recalca que la supervivencia media tras el primer año del trasplante pulmonar ronda el 85%. «Nuestro hospital se sitúa en la media en cifras de supervivencia precoz a estos trasplantes y bastante por encima de la media en supervivencia a largo plazo, con mejores cifras que las que indican los registros de pacientes nacionales e internacionales».

Francisco Santos y el jefe de sección de cirugía torácica y trasplante pulmonar del Reina Sofía, Carlos Baamonde, precisan que las patologías más habituales que provocan la necesidad de trasplante pulmonar son, en primer lugar, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), en sus variedades de enfisema o bronquitis crónica obstructiva, aunque cada vez se incorporan más candidatos con fibrosis pulmonar.

Y, por contra, ha disminuido algo el número de candidatos con fibrosis quística (al bajar el número de casos en edad pediátrica gracias al trabajo de los pediatras y de las unidades de fibrosis quística) y se han reducido bastante los que presentan hipertensión pulmonar. Esto se debe, en gran parte, a los avances médicos surgidos en las últimas décadas para el tratamiento de estos pacientes. El reto está ahora, según estos dos médicos, en aumentar la cifra de trasplantes y reducir la lista de espera con un mayor número de donaciones en asistolia y la preservación ex vivo (técnica que consiste en conectar los pulmones extraídos del donante a una máquina que permite su oxigenación, la aplicación de medicamentos y su evaluación funcional, como si estuvieran en el interior del tórax) para contar con más pulmones aptos para trasplante.

Baamonde puntualiza que, «aunque disponemos de la tecnología y el adiestramiento, la recuperación ex vivo de pulmones aún no se ha materializado en un trasplante clínico en Córdoba, pero seguimos trabajando con entusiasmo para conseguirlo».

EL PRIMERO / Este cirujano torácico recuerda perfectamente el primer trasplante pulmonar que se hizo en el Reina Sofía en octubre de 1993. Fue el primero de este órgano realizado en Andalucía y de los primeros de España. La beneficiaria fue la montillana María Ángeles López, de 28 años, que padecía un enfisema pulmonar.

Entre los profesionales que participaron en este primer trasplante pulmonar estuvieron el actual jefe de cirugía torácica del Reina Sofía, Ángel Salvatierra, el propio Carlos Baamonde y el también cirujano torácico ya fallecido Javier López Pujol.