Rabanales Plaza, el parque comercial que la empresa Retesa quiere ejecutar en Rabanales 21, empieza a cobrar forma aunque, de momento, solo en el papel. La sociedad propietaria de la parcela de 40.000 metros cuadrados ubicada en el parque científico y tecnológico de Córdoba que necesitó una innovación de PGOU que, tras tres años de avatares, culminó en diciembre del 2017, tiene ya diseñado el proyecto que prevé presentar en un par de semanas en la Gerencia de Urbanismo para la obtención de la licencia de actividad y obra. Una de las novedades es que esta nueva zona comercial albergará salas de cine, aunque los promotores no concretan cuántas ni qué empresa las gestionará. De momento, y como suele ocurrir en este tipo de iniciativas, Retesa prefiere mantener en el anonimato las empresas que están detrás de toda la operación hasta que todo esté cerrado al cien por cien. Con estos cines aumentará la oferta cultural en Córdoba, que ahora solo cuenta con salas en el centro de ocio de El Tablero y en el parque Connecta (barrio del Guadalquivir) tras perder progresivamente en menos de una década (entre el 2005 y el 2014) las que poseía en La Sierra, Zoco, Isabel la Católica, Alcázar y Arcángel.

La sociedad que levantará un parque comercial junto al campus universitario de Rabanales y que proporcionará más actividad al parque tecnológico, que aún tiene mucho terreno libre, asegura que ya cuenta con un acuerdo cerrado para la financiación y con compromiso de ocupación de entre el 65% y el 70% del espacio. De momento, y atendiendo a los compromisos adquiridos, ya es seguro que habrá un establecimiento de comida rápida -con toda probabilidad, Burger King-; un restaurante más enfocado a dar servicio a los trabajadores del parque tecnológico y de la universidad y a Las Quemadas); un negocio de electrodomésticos; un gimnasio; y los cines; mientras que es posible también que se instale una empresa de bricolaje.

Según las fuentes consultadas, Retesa pretende enfocar el parque comercial más «al ocio y a los multiservicios», que sea «dinámico y moderno» y que «quede integrado en el tejido universitario». Otro de sus objetivos, señalan estas fuentes, es «recolocar comercios» que están de manera irregular en zonas como Tecnocórdoba. La sociedad llegó a un acuerdo económico y de gestión con Comercio Córdoba para aplicar medidas compensatorias al comercio de cercanía, que deben ir destinadas a los centros comerciales abiertos. También acordaron la integración en Rabanales Plaza de comercios que están de manera dispersa en los polígonos industriales, que tendrán un espacio reservado para ellos y a los que se les dará facilidades para trasladarse allí.

En total serán 15.000 metros cuadrados de superficie de venta los previstos de los 16.000 de techo comercial. El 70% del parque tendrá una sola planta, mientras que el 30% restante ocupará dos. A su alrededor habrá más de 900 plazas de aparcamiento. El interior de la zona comercial estará dividido en ocho módulos de distintos tamaños. Entre sus servicios estará el wifi y un espacio coworking para reuniones.

Tal y como acordó Retesa con Urbanismo durante la tramitación de la innovación de PGOU, en la parcela se levantará también un edificio de más de 2.800 metros cuadrados destinado a I+D+i. El edificio tendrá seis plantas y su parte trasera se utilizará como tótem publicitario. Frente a él habrá un parque infantil. Las previsiones de Retesa son que el 60% del espacio de ese edificio sea ocupado por las empresas que salgan de la incubadora de Rabanales 21 al expirar el plazo que tienen para estar en el parque tecnológico. En la gestión de la ocupación de ese edificio participará Rabanales 21. Retesa prevé dirigirse a la Junta para ver qué ayudas puede ofrecer a las empresas que decidan trasladarse allí.

La sociedad está cerrando con los distintos operadores con los que negocia las exigencias técnicas que quieren para cada uno de sus locales, ya que construirá todo el parque comercial pero después cada inquilino se encarga de acondicionar el espacio interior a su gusto.