El secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, considera que el «espectáculo» vivido ayer en el Parlamento catalán es más propio de regímenes «de otras latitudes» y países «con menos cultura democrática». Aunque no quiso señalar al estado al que se refería «para no mimetizar la situación», Ábalos aseguró que las reivindicaciones independentistas habían perdido toda la razón y legitimidad que pudieran tener tras este «abuso, atropello e imposición». «Muchos ciudadanos piensan distinto en Cataluña», zanjó, en respuesta a la maniobra independentista.

El portavoz socialista no fue tan duro como antes lo había sido la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría: la democracia «no ha muerto» porque tiene «a muchos para defenderla». Pese al disenso, Ábalos mostró su «apoyo sin fisuras» al Gobierno español en la defensa del Estado de derecho ante la «mascarada groseramente orquestada para que se apruebe a toda costa una ilegalidad».

Los independentistas, agregó ayer Ábalos, han «rebasado una nueva línea roja» con la inclusión en el orden del día del pleno del Parlament de la ley de referéndum, con la que evidenciaron su «falta de respeto a la discrepancia» y trataron de «imponer por la fuerza» sus posiciones. «Reivindicar la democracia cargándose las formas democráticas dice muy poco del proyecto que dicen defender», esgrimió.

Los hechos acontecidos en la Cámara catalana, según su visión, «refuerzan» la iniciativa que registrará el grupo socialista en el Congreso de los Diputados el jueves, con la que aspira a abrir una comisión de diálogo sobre Cataluña: «Si algo ha quedado hoy (por ayer) claro es que hace falta diálogo, no imposición», opinó el secretario de organización del PSOE. En esta línea, Ábalos se mostró esperanzado en que las fuerzas políticas «escépticas» con esa propuesta lleguen «a la conclusión de que no hay otra alternativa».

Por último, expresada su solidaridad con sus compañeros del PSC, que anunciaron un recurso de amparo al Tribunal Constitucional por la vulneración de los derechos de los diputados del Parlament, el dirigente socialista advirtió a los independentistas de que «pisotear los derechos de los representantes populares es pisotear los derechos de los ciudadanos».

Por su parte, el líder de Ciudadanos (Cs), Albert Rivera, exigió al máximo responsable de Podemos, Pablo Iglesias, que obligara a los diputados de su partido en el Parlament de Cataluña a unirse a la oposición para tratar de «parar el golpe» que están llevando a cabo los independentistas.

En declaraciones en el Congreso, Rivera lamentó el «triste» día para la democracia con la aprobación la ley del referéndum soberanista, y dio las gracias de forma especial al secretario general de la Cámara y a los funcionarios que dieron «ejemplo» tratando de impedir ese «golpe a la democracia».

El líder de Ciudadanos denunció que Podemos se está «alineando con los separatistas» al haber votado a favor de la admisión a trámite de esta ley, una «barbaridad» a la que no han querido sumarse ni los funcionarios de la Cámara. Por eso exigió a Iglesias que «obligue» a sus diputados a que no se abstuvieran en la votación de la ley ni participaran en este «golpe».

«Cuando más necesitamos estar unidos, el señor Iglesias no está», criticó Rivera, quien añadió que cuando un líder político quiere ser presidente del Gobierno «no puede permitir que se liquide la democracia de este país».

Añadió que lo que debería hacer Iglesias es «defender los derechos y libertades de todos» y no «ausentarse, abstenerse o ponerse de canto» ante el referéndum soberanista.