El primer pleno ordinario de este mandato fue bastante peculiar por su resultado y porque cada grupo escenificó la postura que va a mantener en temas tan controvertidos como el cambio de nombres de las calles consideradas franquistas. La disparidad de pareceres tuvo como consecuencia que ninguna de las tres propuestas relacionadas con la memoria histórica salió adelante. Los dos socios de gobierno, PP y Ciudadanos, se quedaron solos con su plan de recobrar el nombre de tres de las trece vías que fueron rotuladas al final del anterior mandato, Cruz Conde, Vallellano y Cañero. La propuesta no iba incluida en el orden del día como un asunto de gestión ni tampoco como moción, pero se debatió y sirvió para que el Pleno se pronunciara al respecto y dejara clara su postura, aunque este no tendrá la última palabra, sino que serán el consejo rector de Urbanismo y la junta de gobierno local los que decidan si las tres calles vuelven a cambiar de nombre o no. Por lo pronto, el secretario del Ayuntamiento, Valeriano Lavela, considera que esa modificación es legal y compete a los dos órganos citados. Pero vayamos por partes.

LAS DOS MOCIONES / IU y Vox llevaban dos mociones opuestas. El primer grupo solicitaba al nuevo gobierno local que cumpla con la Ley de Memoria Democrática de Andalucía, deje todo como está, es decir, con los rótulos colocados al final del mandato anterior, y respete el acuerdo del Pleno de febrero del 2018 y las conclusiones de la comisión sobre memoria histórica impulsada en el 2016. En cambio, el segundo pretendía que el Pleno instara a la Junta a agilizar los trámites para la redacción de una nueva ley, la de Concordia, y a derogar la vigente de Memoria Democrática, de forma que se anulasen los acuerdos adoptados apoyándose en la misma, lo que implicaría recuperar los nombres de la totalidad de las calles que ya se han renombrado para eliminar las reminiscencias franquistas. Ni una moción ni otra, a pesar del amplio debate suscitado, salieron adelante. La de IU logró los votos favorables de Podemos y PSOE, además de los de sus concejales, que no fueron suficientes. La de Vox solo obtuvo el respaldo de sus dos ediles, mientras que el resto de grupos municipales la rechazaron.

El equipo de gobierno de PP y Cs presentó una enmienda a la totalidad, es decir, otra propuesta con un planteamiento diferente, que, además, era el punto número quince de sus veintitrés medidas para los cien primeros días de mandato, que ya suscitó el rechazo del resto cuando lo anunció en junio. Su idea era, «de la mano de los propios vecinos», recuperar los nombres «populares» de «la avenida de Vallellano, calle Cruz Conde y plaza de Cañero» -rotuladas ahora como avenida del Flamenco, Foro Romano y plaza de los Derechos Humanos- al «entender que forman parte de nuestra identidad colectiva» y «cumpliendo en sus justos términos la legislación andaluza al respecto». Sin embargo, ese planteamiento también fue tumbado. Al votar a favor del mismo solo PP y Cs, que suman 15 concejales, y en contra PSOE, IU, Vox y Podemos, que cuentan con 16, tampoco prosperó.

EL INFORME / A petición del alcalde, José María Bellido, el secretario ofreció su «asesoramiento jurídico» y aseguró que si el Ayuntamiento acuerda iniciar los trámites para aprobar cambiar otra vez el nombre de las tres calles con más controversia «estaría actuando conforme a la normativa vigente», ya que está «legitimado» por una ordenanza municipal y para ello necesita un dictamen del consejo rector de Urbanismo y un acuerdo posterior de junta de gobierno. Según el secretario, poner «Cruz Conde», «Vallellano» y «Cañero» a las tres vías «no vulneraría ni infringiría la normativa estatal», ni la autonómica sobre memoria histórica, ni el acuerdo plenario de febrero del 2018. En cambio, «sí podría vulnerar» la normativa y el acuerdo plenario recobrar las denominaciones de «José Cruz Conde», «Conde de Vallellano» y «Antonio Cañero». Sin embargo, los socios de gobierno durante el anterior mandato (PSOE e IU) respondieron que «no compete» al secretario «dilucidar sobre el cumplimiento de una norma» (en palabras de Isabel Ambrosio, portavoz del PSOE) y que lo que hace Lavela es solo una «interpretación» (según manifestó Pedro García, portavoz de IU).

Tras el pleno, Juan Andrés de Gracia, presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano, órgano que propuso, tras recabar las denominaciones planteadas por los consejos de distrito, el listado de nombres que votó Urbanismo y aprobó la junta de gobierno en el anterior mandato, indicó que lo ocurrido es solo un «posicionamiento político» y que hará falta un procedimiento administrativo para cambiar los nombres.

El presidente del Foro por la Memoria, Luis Naranjo, intervino en el pleno y advirtió de que los colectivos memorialistas a los que representa tomarán «todas las medidas» necesarias para evitar que se dé marcha atrás y que se revierta el nombre de las tres calles, por lo que no descarta movilizaciones, acudir al Defensor del Pueblo o incluso a «la justicia española y europea». Naranjo defendió el acuerdo del Pleno de febrero del 2018 y el dictamen de la comisión de la memoria histórica.