«Sí al diálogo, ¿pero de qué quiere concretamente que dialoguemos, de cómo volamos la soberanía nacional, de si la hacemos en dos, cuatro u ocho meses? Seamos serios, hagan propuestas que sean asumibles desde la legalidad», advirtió Xavier García Albiol en su réplica a Carles Puigdemont en el pleno de ayer. Nada nuevo bajo el sol. Ni mediación ni diálogo si este implica hablar de un referéndum. «¿Le ha quedado claro?, ¿le ha quedado claro?», le espetó el líder del PPC al president tras decir que la república catalana nunca verá la luz.

Como Inés Arrimadas (Ciutadans), Albiol se apropió de la manifestación contra la independencia del pasado domingo en Barcelona para agradecerle irónicamente a Puigdemont que haya «despertado a esa mayoría de catalanes que durante años han tenido que soportar sus desprecios». «La Cataluña olvidada por el nacionalismo ya no se calla», dijo.

El presidente del PPC enfocó sus acometidas contra el proyecto secesionista amparándose en los últimos movimientos de bancos y empresas catalanas. Esa «fuga de corporaciones», añadió, no ha sido la única muesca negativa que ha dejado la hoja de ruta independentista. «Cataluña y España no pueden seguir en esta inseguridad jurídica. Llegará el día en que muchos de ustedes negarán haber formado parte de este proceso de segregación», proclamó y acusó al Govern de hundir la credibilidad de los Mossos.