La segunda jornada del regadío fue inaugurada por el presidente de la Diputación de Córdoba, Antonio Ruiz, que recordó que, de las 352.293 hectáreas de olivar, solo el 16% se encuentra en regadío, «lo que representa un porcentaje muy pequeño si se tiene en cuenta que almacenamos el 50% del agua de la cuenca». El presidente de la Diputación remarcó que Córdoba es la provincia que almacena más agua y «es la que menos superficie de regadío tiene, situación que debe ser revertida, utilizando de manera provechosa las concesiones que ya tenemos».

El delegado de Agricultura, Francisco Zurera, dijo que con jornadas como la celebrada ayer se persigue «establecer un punto de debate en el que realizar un análisis más profundo sobre lo que significa un campo con agua y un campo sin agua, para poner más tierra en regadío». Además, insistió en que en el año 1987 había una concesión superior en 228 hectómetros cúbicos a la actual. «Si recuperamos estas concesiones, que entendemos nos pertenecen, podríamos poner en regadío 150.000 hectáreas de olivar», explicó. Por su parte, el presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, dijo que el agua «es vida» y reiteró la importancia de incrementar la dotación para responder a la competitividad internacional y a los mercados globales. Asimismo, el presidente de las Cooperativas Agroalimentarias de Córdoba, Rafael Sánchez de Puerta, defendió la importancia de la unidad del sector para conseguir más regadío y mantener la competitividad.

Del mismo modo, la secretaria provincial de COAG, Carmen Quintero, reivindicó el derecho de Córdoba a tener más agua. «Este recurso es la clave para que una explotación sea rentable o no», añadió. Por último, el secretario de organización de UPA, Francisco Moreno, insistió en que el regadío multiplica por seis la productividad de la tierra», generando empleo y fijando la población.