No vamos a parar hasta que consigamos la equiparación salarial». La Policía Nacional y la Guardia Civil, los mismos encargados de ejecutar la Ley Mordaza del Gobierno de Rajoy, tan criticada por imponer recortes a la libertad de manifestación, han decidido quitarse ellos mismos «la mordaza», como reconocía ayer en Córdoba un agente de Policía, para lanzarse a la calle y reclamar por la vía de la protesta tradicional lo que consideran que es un derecho, la equiparación salarial de todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Hartos de promesas incumplidas, se han puesto por una vez en el pellejo de los manifestantes y andan recorriendo la geografía española para explicar a la ciudadanía su situación y reclamar justicia. Ayer, más de 2.000 personas, entre agentes y familiares, recorrieron Córdoba al grito de «¡Basta de capotazos, equiparación salarial ya!». Quieren dejar claro que su rechazo a la propuesta del Gobierno se debe a que se trata de «una tomadura de pelo» al ofrecer solo un tercio de lo que representa la equiparación real.

Pero conviene analizar los números para entender la situación. El año pasado, la nómina de un policía nacional de base ascendía a 1.575 euros netos al mes y la de un guardia civil, a 1.511 euros. En el otro extremo se encuentran la policía autonómica vasca (Ertzaintza), en la que un agente base cobra al mes 2.530 euros netos y los Mozos de Escuadra (Cataluña), que ingresan al mes 2.444 euros netos en el puesto más bajo. En la escala intermedia, los policías locales, que en todas las capitales ingresan sueldos por encima del de nacionales y guardias civiles, oscilan entre los 2.320 euros de Jerez, 2.100 en Córdoba o los 1.100 euros de pequeños municipios de provincia. La conclusión es que la Policía Nacional y la Guardia Civil son los cuerpos de seguridad peor pagados del Estado español, pese a que el pagador, en el caso de las policías autonómicas, es el mismo. Es decir, es el Ministerio del Interior quien paga a la Policía Nacional, a la Guardia Civil y también a la Ertzaintza y a los Mozos de Escuadra (no la comunidad, como pudiera suponerse). Es más, un policía nacional cobra apenas unos euros más que el grado máximo de un vigilante de seguridad. Si se atiende a las competencias atribuidas a cada uno de los cuerpos, cabe destacar que las que ostenta la Policía Nacional y la Guardia Civil, en todo el territorio español incluida Cataluña y el País Vasco, son sustancialmente mayores a la de las policías autonómicas. Mientras mozos de Escuadra y Ertzintza tienen competencias únicamente en seguridad ciudadana y policía judicial, las de nacionales y guardias civiles se extienden a vigilancia de puertos, aeropuertos, aduanas, extranjería, extradición y expulsión, pasaportes, DNI, Tráfico, armas y explosivos, contrabando y fraude fiscal, entre otras. La tabla retributiva de los Mozos de Esquadra va desde los 2.400 euros mensuales a los 6.000 de la máxima categoría mientras en la Ertzaintza las nóminas superan los 6.000 euros. En la Policía Nacional el sueldo de comisario principal ronda los 2.900 euros y en la Guardia Civil, el de general de brigada, los 3.000 euros.

Además, según fuentes de Jusapol y de los sindicatos policiales (la Subdelegación del Gobierno no ha facilitado datos al respecto), la Policía Nacional y la Guardia Civil son los únicos cuerpos policiales que no cobran las horas extras, lo que amplía la desigualdad salarial. En tareas comunes como la asistencia a juicio en turno o día libre, las policías autonómicas tienen retribución y los nacionales, no.

A esto hay que añadir la pérdida progresiva de efectivos que, indican, dificulta el ejercicio de la profesión. Desde el 2011, la Policía ha perdido un 9,9% de agentes y la Guardia Civil un 6,4%, lo que deja un saldo de 7.170 y 5.265 vacantes respectivamente.