El Ayuntamiento eliminará del callejero a Cañero, Cruz Conde y Vallellano y a doce nombres más incluidos en el listado elaborado por la comisión de memoria histórica. En total serán quince las calles que el Ayuntamiento renombrará, entre ellas otras dos polémicas, José María Pemán y Cronista Rey Díaz, tras la aprobación del dictamen por el Pleno en una sesión en la que volvieron a quedar de manifiesto las discrepancias existentes entre los grupos municipales. Esa división se observó también entre los asistentes que abarrotaban el salón de plenos. El dictamen incluye medidas como la exhumación de restos de las fosas comunes, que el PP considera «prioritarias» y para las que pidió «medios», y la eliminación de símbolos franquistas, que todos apoyaron.

En el debate, que no estuvo exento de tensión y reproches, no hubo sorpresas y el dictamen salió adelante con el respaldo de PSOE, IU y Ganemos, la abstención de Ciudadanos y UCOR, y un voto particular del PP, que optó por mantener la postura que tuvo en la comisión, es decir, apoyar la exhumación, la eliminación de símbolos y el cambio de diez calles pero oponerse a darle una nueva denominación a las cinco vías polémicas para las que ha estado recogiendo firmas, que ayer presentó y que ascienden a 8.270. En cambio, el Pleno no aceptó las enmiendas que llevaba el PP para retirar del expediente los nombres de Cruz Conde, Vallellano, Cañero, Cronista Rey Díaz y José María Pemán, que fueron rechazadas por PSOE, IU y Ganemos y respaldadas por Ciudadanos y UCOR (que se abstuvo en dos pero apoyó tres, Vallellano, Cañero y Pemán, que no desea que cambien).

El PP tampoco logró sacar adelante la enmienda para que cuando el Ayuntamiento elija un nuevo nombre para las calles, aplique fórmulas «creativas» y tenga en cuenta la denominación tradicional, propuesta que le echaron para atrás gobierno local y Ganemos, a pesar de que UCOR y Ciudadanos dieron su respaldo. Tampoco tuvieron suerte los populares con la consulta popular que proponían para las cinco vías más controvertidas. Ahí las posturas fueron las mismas, Ciudadanos y UCOR se pusieron de su parte, mientras que los socios de gobierno y Ganemos descartaron esa posibilidad. El Pleno también desechó la petición que presentó Ciudadanos para aplazar la decisión de la consulta hasta que la Junta desarrolle el reglamento para aplicar la Ley de Memoria Histórica, que todos rechazaron excepto UCOR, que se abstuvo.

El principal argumento que esgrimieron los defensores del dictamen y, a su vez, detractores del referéndum, fue que su aprobación responde al cumplimiento de la ley. Por ello, acusaron al PP de querer incumplir la Ley de Memoria Histórica de Andalucía. En cambio, el portavoz del PP, José María Bellido, dejó claro que no solo se trata de cumplirla sino de «interpretarla» bien, cosa que, a su juicio, no está ocurriendo porque hay nombres de calles puestos antes y después de la dictadura que no deberían verse afectados, como los cinco polémicos.

Durante el debate, y por parte de todos los grupos, hubo llamadas al consenso que, finalmente, no se produjo. El concejal del PSOE Emilio Aumente animó a «superar» la división en relación a las calles y a «hacer un reconocimiento a las víctimas», que «a todos nos unen». Precisamente por eso, porque «nos une más de lo que nos separa», optó el portavoz de UCOR, Rafael Serrano, por abstenerse en el dictamen. El concejal de Ciudadanos José Luis Vilches (el portavoz, David Dorado, no pudo asistir) instó a «enterrar definitivamente las dos Españas», ya que «los muertos y los represaliados de uno y otro bando son nuestros muertos y represaliados, ni rojos ni azules».

La concejala de IU Alba Doblas, que acusó al PP de «humillar a las víctimas» y de «exaltación a los franquistas», reconoció que este acuerdo, «necesario e imprescindible para darle dignidad a nuestra democracia», llega «tarde» y «esa tardanza es un fracaso colectivo». Por su parte, el concejal de IU Pedro García piensa que el paso que se da «es importante en la historia de la ciudad» y dejó claro que «las personas a las que se les quiere quitar el nombre participaron en el genocidio franquista». El acuerdo es «un hito histórico» para la portavoz del PSOE, Carmen González, que acusó al PP de «defender a Franco y los franquistas».

Al Ayuntamiento le queda la tarea de poner en práctica el dictamen. El portavoz de Ganemos, Rafael Blázquez, reclamó «dar un impulso sin dilación y cuanto antes» a lo acordado y no ocultó su «preocupación» porque se demore tanto como la constitución de la comisión, que tardó ocho meses. Blázquez apuesta por abrir un proceso participativo para cambiar el nombre de las quince calles y buscar «nombres de quince mujeres de cultura, de vida y de paz».

TENSIÓN

Los momentos de mayor tensión se vivieron cuando las tres familias que llevan un mes acampadas ante el Ayuntamiento interrumpieron la sesión para pedir a gritos viviendas. Durante las intervenciones de los concejales se oyeron también algunas críticas, que se reprodujeron en algunas de las intervenciones de la decena de colectivos que pidieron la palabra.

En esas intervenciones, el presidente del Foro por la Memoria, Luis Naranjo, exigió que se aplique el dictamen «de forma inmediata» y la retirada «de los nombres fascistas del callejero». Por su parte, Luis Cornejo, en representación de Centro Histórico, se mostró en contra de quitar el nombre a Cruz Conde, que inició «el cambio hacia lo moderno». Al no haber reglamento que desarrolle la ley andaluza, no apoya «la interpretación que favorece la eliminación de calles de forma indiscriminada».

OBLIGACIONES

ELIMINACIÓN DE SÍMBOLOS

LAS CALLES

Las calles que cambiarán de nombre son Cruz Conde, Conde Vallellano, Cañero, Cronista Rey Díaz, José María Pemán, Joaquín Benjumea, Joaquín López Huici, Fernando Fernández Martínez, los periodistas Aguilera, García Prieto y Quesada Chacón, los poetas Antonio Arévalo y Francisco Arévalo, glorieta de los Artilleros y General Franco en la barriada del Ángel en Alcolea. El Ayuntamiento tendrá que abrir ahora un proceso para poner nombre a esas calles, tarea que corresponde a Urbanismo.

SÍMBOLOS

La eliminación de símbolos afectará a las placas de las viviendas protegidas en las que aparece el escudo y a la cruz de los caídos situada en la plaza de la Constitución.

OFICINA PARA VÍCTIMAS

La exhumación de los restos y la puesta en marcha de una oficina de víctimas del franquismo, que se encargará de llevar a cabo un censo de familias represaliadas, son otras de las medidas contempladas, a las que se suman la necesidad de un convenio entre Ayuntamiento, Diputación y UCO y a la puesta en marcha de una cátedra de la memoria histórica.

LUGARES

Serán nUevos lugares de la memoria el Alcázar, la desaparecida prisión de Fátima, la antigua comisaría de Ronda de los Tejares, el Círculo Cultural Juan XXIII, el colegio Rey Heredia y la comisaría de Doctor Fléming. La dignificación y mantenimiento de los espacios dedicados a las víctimas es otro de los pasos que deberá dar el Ayuntamiento, así como el reconocimiento a represaliados.