Después del aumento del presupuesto general en ayudas y premios, tras el programa municipal conmemorativo del quinto aniversario de la proclamación de la Fiesta de los Patios como Patrimonio de la Humanidad (en la que toda la ciudad manifestó su gratitud a los cuidadores), tras iniciativas complementarias tan importantes como el Festival Flora o la búsqueda de patrocinadores para los Patios en Hollywood, Francia o China... Pues bien, tras todo este esfuerzo... al final van a terminar peleados los cuidadores de los Patios y los responsables municipales.

Y es que la burocracia está retrasando este año más que en ninguno (que ya es decir) el pago de las subvenciones por participación y de los premios a los ganadores, cerca de 145.000 euros a repartir entre los 50 patios que han competido en esta pasada edición, lo que para muchos participantes es toda una catástrofe para sus economías familiares, sobre todo sabiendo que preparar el patio requiere desde principios de año anticipar un dineral en compras.

Para ser más concretos: la ley obliga a que este año, además de todo el papeleo para el cobro de las subvenciones (que ya de por sí es ingente), se presente también un certificado de estar al corriente con la Administración local, otro con Hacienda y un tercero con la Tesorería de la Seguridad Social. Fuentes del Ayuntamientos informan deque (menos mal) los propios funcionarios municipales se han encargado de realizar estos trámites casi como una gestoría, porque si tuvieran que hacerlo personalmente los cuidadores de patios, en ocasiones trabajadores que no pueden perder tiempo o personas de edad para las que plantarse ante una ventanilla es todo un mundo... no verían el dinero en la vida.

Así, la asociación de cuidadores de patios y rejas Claveles y Gitanillas, entre otras, lleva dos meses preguntando qué ocurre con lo que se debe, con muchos telefonazos a los responsables municipales «para que se solucionen todos los trámites. Y sabemos que son problemas técnicos los que están retrasando de una manera ilógica el pago, pero esto ha llegado a un punto donde la gente se siente mal, frustrada tras tantísimo esfuerzo todo el año», decía ayer Rafael Barón, presidente de Claveles y Gitanillas.

Con la paciencia ya colmada, se plantaron ayer delante del Ayuntamiento para hablar con la prensa las cuidadoras de patios Virginia Molina y Ángela Gómez, que criticaron la «falta de sensibilidad» por parte del Ayuntamiento, «sea el organismo que sea», al seguir retrasando los pagos a un colectivo que no se limita a los 6 vecinos con patios inscritos en la asociación vecinal San Lorenzo Existe, en nombre de la cual hablaron, sino a los 50 de todo el certamen. Precisamente, cuidadores «que lo dan todo por la ciudad, abriendo sus casas» y de lo que se benefician tanto Córdoba como la hostelería y el turismo.

«Vemos poca empatía por parte de nuestros dirigentes. El tema es muy serio para 50 familias por falta de previsión. Queremos acordar una fecha límite de pago, que no sea en el mejor de los casos a 90 días, como un proveedor más del Ayuntamiento. Nuestra privacidad no tiene precio y la falta de sensibilidad municipal es evidente», afirmaba un comunicado que leyeron los representantes de la asociación vecinal.

El jueves, si hay suerte...

Por su parte, la concejala de Promoción de la Ciudad, Carmen González, no podía disimular tampoco ayer su malestar, no tanto por las llamadas que recibe de los cuidadores de patio afectados sino por la impotencia, confesaba, de ver cómo «hemos hecho todo lo que se puede hacer y más, y aún hay que esperar» para que Tesorería del Ayuntamiento abone la deuda. Según otras fuentes municipales, después de que fuese aprobado el expediente de pago por la Junta de Gobierno Local, a finales de julio, Intervención requirió más documentos. La buena noticia es que, afirma la concejala, «a ver si con suerte este jueves...» En fin: a esperar que la burocracia florezca.