Las Asociaciones de Padres y Madres aglutinadas bajo el título Los Niños del Sur tienen claro que, en pleno mes de marzo, difícilmente será posible que los centros escolares tengan resuelto el problema de la climatización este verano. Sin embargo, su presidenta, Sonia Moreno, pide que, una vez hecho el diagnóstico, se aclare cuanto antes quién debe acometer las reformas y que se establezca un plazo como tope para que todos los niños de todos los centros puedan asistir a clase sin riesgo de que sufran desvanecimientos o lipotimias por el calor. Temen que al haber dos administraciones implicadas, la autonómica como responsable de las obras mayores, y la local, competente en el mantenimiento de los centros, sirva de excusa para «tirar la pelota de un lado a otro mientras el problema se eterniza». Exigen por ello «que se sienten a una mesa la Junta y el Ayuntamiento y establezcan una acción coordinada».

La idea de resolver el problema instalando aires acondicionados en los centros no convence a todo el mundo, aunque son pocos los colegios que cuentan a día de hoy con métodos alternativos. «En general, hay muchos problemas con los cerramientos y con las sombras, incluso en los colegios con árboles, porque algunos de los que hay plantados están pelados cuando llega el verano o no son árboles de sombra», señala Moreno, «tampoco hay toldos». Los padres no entienden que se siga construyendo siguiendo el modelo de centro usado hasta ahora. «Hace falta previsión, hacer techos altos, muros más gordos, además de instalaciones eléctricas que soporten en caso necesario el aire acondicionado, es inconcebible que se siga actuando sin tener en cuenta la eficiencia energética, la sostenibilidad y el hecho de que en esas aulas va a haber niños», señalan desde Niños del Sur.

En los colegios que tienen aire acondicionado, el Al Andalus por ejemplo, financiado por los propios padres de alumnos, el problema tampoco está resuelto. Según la presidenta del AMPA de este centro, «el año pasado hubo problemas en el comedor y con la red eléctrica, que al no estar preparada hacía que se fuera la luz en los picos de calor». Según Moreno, que recuerda que no son los padres sino la administración quien debe garantizar las condiciones de habitabilidad de los centros educativos, «ha habido tanta dejadez en este tema durante tanto tiempo que ahora está todo por hacer».

En los centros concertados, la situación es diferente. La gran mayoría de colegios de Escuelas Católicas, por ejemplo, tiene aire acondicionado o cuentan con centros cuyas instalaciones son, por su estructura y entorno, frescas y no lo precisan.