La etapa de Alfredo García Amado en el Sporting de Gijón -18 años- dio para mucho. Casi dos décadas, una deuda de 60 millones de euros y dos concursos de acreedores no pueden dejar un poso de buenas valoraciones. Pero más allá de éstas, existe otro punto en común entre el Sporting que vivió García Amado y el Córdoba, aparte del bloqueo del límite salarial. La operación que en su día inició el Córdoba con Sebas Moyano y un fondo de inversión para convertir la deuda en corto en deuda a medio y largo plazo a través del pago en especie con obras de arte tuvo un precursor: el Sporting de Gijón de Alfredo García Amado.

La obra de arte con la que el Sporting intentó reducir su deuda fue «Dios solar emergiendo de las aguas de Okinawa» que, al igual que el «Elefante Cósmico» en la operación del Córdoba tenía como autor a Salvador Dalí y al mismo propietario: el coleccionista y amigo del artista Juan González Quirós y Corujo, conde de La Carrera. La operación del Sporting de Gijón terminó de la misma manera que la del Córdoba, con la Agencia Tributaria no aceptando el pago en especie, aunque en el caso de los asturianos si cumplieron los plazos de los recursos, al contrario que el Córdoba.