La temporada navideña, en la que ya nos encotramos completamente inmersos, como suele ser habitual se presenta este año con sus luces y sus sombras, nunca mejor dicho, pues las restricciones obligadas por las circunstancias se han transformado en optimismo para otros.

Así, y aunque se haya reducido la luz en algunas calles de la provincia durante la Navidad y en otras se haya oscurecido completamente, por culpa de la crisis, habrá algunas familias que podrán ver algo más claro en estos días su sustento diario. Este es el caso de La Victoria, donde el Ayuntamiento ha optado por dedicar el dinero que costaría el alumbrado navideño, unos 8.000 euros, a contratar a cuatro personas (que al final han sido seis) por espacio de un mes.

El viernes se celebró el sorteo y fueron cinco hombres y una mujer los agraciados con el citado contrato para trabajar en servicios de mantenimiento del Consistorio, que además de aportar lo ahorrado en alumbrado, aporta las asignaciones que el concejal Miguel Osuna debería recibir por asistencia a órganos colegiados, ya que Osuna ha decidido renunciar a ello para aportarlo para el mismo fin social.

La sombra en este caso se da en Obejo, donde las cosas no están para trueques y la eliminación del alumbrado no tiene contrapartida. El alcalde de la localidad serrana, Luis Sánchez, ha emitido un bando en el que explica esta decisión, motivado por el difícil momento que atraviesan las arcas municipales, y ha instado a los vecinos del municipio para que, junto con las asociaciones y empresas, "propongan alternativas a la tradicional iluminación navideña, como el adorno de sus balcones".