Rafa Nadal sentenció el pase a la final de la Copa Davis tras dar una nueva exhibición de juego, en esta ocasión ante el número uno francés, Jo Wilfried Tsonga, al que derrotó por 6--0, 6--2 y 6--4 en apenas 2 horas y 17 minutos. El mejor jugador español y número 2 del mundo tuvo que apretar un poco más el acelerador con respecto a su duelo frente a Gasquet para meter a España en la octava final de su historia. El jugador balear acabó siendo despedido como un héroe por los más de 13.000 espectadores que siguieron su partido en la plaza de toros.

Nadal tuvo un primer set bastante tranquilo. Tsonga salió a la pista con la táctica equivocada de sacar a 200 kilómetros por hora y manejar los puntos desde la línea de fondo. A Nadal le bastó entonces con restar a un excelente nivel para mandar en los juegos en los que no sirvió. Mientras, con su saque, el seis veces campeón de Roland Garros mandó a placer frente a un Tsonga que en el primer set no hizo un solo punto al resto.

El francés pasó de la prudencia de la manga inicial a la valentía y el riesgo de la segunda. Entonces comenzó a jugar de la manera que se siente más cómodo, él que es un especialista en pista rápida, sacando y voleando lo más pronto posible. La nueva táctica mejoró el nivel de juego del galo pero no lo suficiente. Tras ganar con mucho sufrimiento los dos primeros juegos con su servicio, Nadal rompió por cuarta vez en el partido el saque de Tsonga. Con un break a favor, el número 10 del mundo fue presa fácil del tenista español hasta la llegada del final del segundo set.

Tsonga siguió recortando distancias con respecto a Nadal en el tercer set. La mejora llegó en esta ocasión gracias a su saque, que por momentos pasó a ser demoledor. El francés pudo así alargar algo más el partido, concretamente hasta que con 3--3 llegó otra rotura de servició más del balear. Con un break a su favor, ya solo hubo que esperar a que la dinámica del partido lo llevara a su conclusión ante un Tsonga frustrado al verse tan lejos del mejor jugador de la historia sobre tierra batida.

Con la eliminatoria decidida, los dos capitanes optaron por jugar el quinto partido a tres sets. Por España saltó a la pista Fernando Verdasco en sustitución del número 2, David Ferrer. El madrileño, que tuvo una tarde aciaga en los dobles del sábado, dominó con contundencia a Richard Gasquet para vencerle por 6--2 y 6--1 en 52 minutos.

España terminó la eliminatoria con un 4--1 que dejó plenamente satisfechos a todos. Ahora queda a esperar a la final, que tendrá lugar del 2 al 4 de diciembre, para ver si España gana, ante Argentina, su quinta Davis.