Córdoba ha perdido en seis años la mitad de sus fortunas personales. Hablamos de unos 640 de los 1.312 contribuyentes que tributaron por un patrimonio en el año 2011 por más de 700.000 euros, que en el año 2018, y actualizando el tramo impositivo a los que tienen más de 750.000 euros, solo fueron 674.

Por supuesto, ello no significa que todos estos millonarios en antiguas pesetas hayan dilapidado o perdido en tan pocos años su capital en inmuebles o terrenos. Alguno habrá, por ley de probabilidad, pero la práctica totalidad de este descenso hay que achacarlo a otra causa: el traslado del domicilio fiscal (que no por ello el real) del contribuyente desde Córdoba a alguna de las regiones, como la Comunidad de Madrid, donde se bonifica en mucha mayor medida el impuesto de Patrimonio, amén de otras fórmulas legales para no estar obligados a declarar por este concepto, como la constitución de empresas que afectan a los inmuebles con una actividad económica.

Así, y según los datos facilitados por la Consejería de Hacienda, Industria y Energía a este periódico, en el 2018 en Córdoba se realizaron 839 declaraciones por el impuesto de Patrimonio.

Pero si llamativo es el descenso de declaraciones en Córdoba en el tramo más alto del impuesto de Patrimonio, aún lo es más que solo un 20% de las declaraciones por este concepto correspondan a personas en los tramos más bajos del impuesto, cuando por lógica y con la referencia a nivel nacional debería de ser al revés, en torno a una veintena en las horquillas de los de menos de 150.000 euros, algo similar en el segmento entre 150.000 y 300.000 euros y otras tantas entre 300.000 y 500.000 euros, según informa la Consejería de Hacienda. Solo se eleva la cifra significativamente en el tramo de declarantes entre medio millón y 750.000 euros, 89 en total.

EL AÑO PASADO SIGUIÓ BAJANDO / Otra cuestión es que el descenso de fortunas declaradas en Córdoba no se frenó en el 2018, aunque ciertamente cayó a menor ritmo que en periodos anteriores. Así, dejaron de declarar 38 contribuyentes de los 877 registrados por la Consejería de Hacienda, un 4,3% menos, mientras que los del tramo de más de 750.000 euros pasaron de los 706 a los ya mencionados 674, un 4,5% mernos. «Son cifras más que creíbles, y ciertamente hay muchas personas que se han empadronado en otras comunidades en los últimos años por razones fiscales», explica José Ángel Palomares, experto en derecho fiscal.

COMPARANDO CON EL 2013 / Para el ejercicio 2012, en el que se restituyó este impuesto de Patrimonio, existía aún una situación confusa que llevó a que muchos olvidasen declarar por este concepto. Desde entonces se ha ido prorrogando hasta la actualidad. Pero fue en el ejercicio 2013 cuando los contribuyentes obligados llegaron a un pico de 1.312 cordobeses que tributaron por patrimonios superiores a los 700.000 euros, según informó en su día el Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha), con Córdoba aportando en teoría 6,3 millones de euros respecto a los 82,7 millones de Andalucía y con una pequeña bonificación en los tramos más bajos.

LOS MÁS RICOS DE TODOS / Por aquel entonces, Gestha estimaba que 541 tributantes en Córdoba tenían una fortuna entre 700.000 y un millón de euros, 613 entre uno y 2,5 millones de euros, algo más de 110 entre 2,5 y 5 millones, una treintena entre 5 y 10 millones y en torno a una docena declaraban un patrimonio superior a los 10 millones de euros.

También en aquel año 2014 Gestha advertía del efecto pernicioso de la deslocalización que podía producirse si las comunidades autónomas decidían aplicar distintos grados de bonificaciones, con una más que previsible marcha de las grandes fortunas, por ejemplo, hacia comunidades como Madrid, Navarra o el País Vasco (esta últimas, además, con Hacienda propia) donde la bonificación en los tramos más altos llega casi al 100%.

Incluso hoy en día, Gestha sigue denunciando la situación, como ha manifestado a este periódico José María Mollinedo, secretario general del sindicato de técnicos de Hacienda.

Mollinedo, en consonancia con lo que propugna su colectivo, es además muy crítico con las bonificaciones a este impuesto, como la que ha anunciado que hará el nuevo presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, que supondría una pérdida para Andalucía de 76 millones de euros «que, obviamente, si no lo pone este 0,4 % de los declarantes con más patrimonio, lo tendrán que poner todos los demás, los 3,3 millones de declarantes andaluces, o recortar en partidas», dice con datos del ejercicio 2016.