A primera hora de la mañana, los primeros viajeros en inaugurar el AVE a Granada, después de años de dificultades para llegar por acceso ferroviario a la ciudad nazarí, esperaban en la estación de Córdoba poco conscientes de estar asistiendo a un hito histórico, como cuando se inauguró la línea AVE a Córdoba. Pocos con maletas, muchos de ida y vuelta, que si voy a un examen, a un curso, a visitar a un amigo, de turismo... mil propuestas para un destino más cerca y mejor conectado, a una hora y 27 minutos, que evita coger el coche o hacer transbordo en autobús desde Antequera.

Carmen Hardy se subía al tren AVE 02147 Madrid-Granada para acudir a hacer un examen de Química. Está estudiando primer curso del grado de Nutrición y solía ir a Granada en Bla Bla Car o en autobús. «Compré ayer el billete por 20 euros ida y vuelta, por familia numerosa, y me ha venido fenomenal para el examen», comentaba. También esperaban en la estación dos jóvenes estudiantes Erasmus, Julie Dintras y Leo Guesne, ambos de Normandía. El día anterior fueron a sacar un billete hacia Granada y se encontraron la sorpresa de que funcionaba el AVE. «Nos resulta muy cómodo para movernos de un sitio a otro, vamos a ir y volver en el día y visitaremos a una amiga que está de Erasmus allí».

Rosalía López y Celia Vicente no iban de turismo. Son enfermeras supervisoras e iban a un curso de formación de la escuela andaluza. «El primer día que salieron a la venta los billetes los compramos, nos ha venido fenomenal porque desde octubre estamos viniendo una vez al mes». Contaban que solían ir a Antequera en tren y luego coger el autobús, «y nos costaba 60 euros ida y vuelta y hoy nos ha costado unos 40 euros». También viajaba en este primer tren Carmen Galisteo, jubilada del Ayuntamiento de Córdoba, que iba a visitar a un amigo. «Ganamos en tiempo y comodidad», decía. En el tren viajaban también Héctor Aguilera y su hijo Ali, mexicanos, que se mostraban encantados con este nuevo servicio. «La suerte nos sonrió al comprar los billetes, nos ha venido muy bien para conocer Andalucía. Es cómodo, versátil y para el turismo viene fenomenal».

A las 9.30 horas, el tren paraba en Puente Genil y a las 9.46 horas, en Antequera. Televisiones y medios de comunicación se paseaban por el convoy haciendo entrevistas en un tren casi lleno que a la altura de Loja bajaba el ritmo para circular a apenas 60 kilómetros por hora, lo que servía de comentario a los viajeros. Al llegar a Granada, con más de diez minutos de retraso, cuatro jubilados, de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid, comentaban que desde el 92 hacen todos los viajes inaugurales de la alta velocidad. De vuelta, a las 15.00 horas, una larga cola puso a los pasajeros nerviosos. Pero el tren salió con solo 5 minutos de retraso.