Posiblemente nunca estuvo tan cerca Sandoval de ser despedido del banquillo del Córdoba. El pasado verano se decidió que no continuase como entrenador de los blanquiverdes y, tras un mes de espera y otro de cierto caos, Francisco llegó y se fue. En uno de los veranos más turbulentos que se recuerdan en El Arcángel, finalmente regresó Sandoval a los mandos del Córdoba el pasado 3 de agosto. Fue una decisión popular, acogida con aceptación por la mayoría de la afición blanquiverde, precisamente un factor, el de la masa social cordobesista, que ha pesado en la decisión de su ratificación, comunicada en la tarde de ayer.

El próximo domingo, ante el Cádiz, el míster ratificado tiene otra bola de partido

Los números son innegables, ya se sabe eso de que las matemáticas no engañan. El Córdoba ha sumado 11 puntos en las 13 primeras jornadas de Liga, con 15 goles a favor y 27 en contra, y ha sido incapaz, de momento, de vencer a domicilio. Fuera de casa ha perdido en cinco ocasiones, en todas ellas por goleadas, y ha empatado a cero ante el Sporting de Gijón, otro de los equipos con entrenador cuestionado. En el fondo de la cuestión perviven varios factores que pesaron en la decisión final del consejo de administración, reunido ayer con "carácter extraordinario" para destituir o ratificar a Sandoval. La directiva, presidida por Jesús León, entiende que el de Humanes cuenta con un apoyo importante en la afición del Córdoba, que entiende que fue uno de los actores principales en la salvación tan improbable que finalmente se consiguió, la pasada temporada. La propia forma de ser y de comunicar de Sandoval conecta con ese sentimiento de la grada hasta formar una conexión relevante. Ayer, en redes sociales, la mayoría de los aficionados se posicionaba en contra del despido del finalmente ratificado como entrenador blanquiverde.

Su permanencia en el cargo depende más que nunca de los resultados, de un golpe en la mesa

Otro aspecto importante a analizar es que los tres pesos pesados de la decisión, Jesús León, García Amado y Rafa Berges, no llegaron a un consenso total sobre el despido de Sandoval. Nunca hubo unanimidad y el presidente, León, no quiso activar la carta de su cese sin el apoyo de ambos. El consejo de administración se reunió ayer por la tarde durante más de dos horas, no hubo fumata blanca y finalmente se optó por mantenerle en el cargo, sin indicarse si se trata de una reafirmación momentánea, hasta el partido del próximo domingo ante el Cádiz, o más atemporal. Sandoval tendrá que ganarse el puesto en cada partido, sumando las victorias y los puntos que el Córdoba necesita para salir del pozo del descenso, en el que lleva metido 12 de las 13 jornadas, como colista en cinco de ellas. Más que un match-ball, ha salvado una bola de partido, pero ante el Cádiz tendrá otra. Y una nueva la siguiente jornada. Su continuidad sigue siendo un asunto delicado.