A finales del mes de junio, Educación modificó las plantillas de funcionamiento de los centros escolares de Primaria, que a partir del próximo curso deberán recuperar las nueve horas de Religión obligatorias y ampliar el horario de asignaturas como Educación Física. Además, la Junta de Andalucía decidió ampliar el horario de otras materias como Educación Física, que tendrá seis horas semanales, y algunas asignaturas troncales como Inglés (de 12 a 18 horas semanales), Matemáticas (2 horas más) y Lengua (2,5 horas más).

Según UGT, ya se están notando los efectos colaterales de esta medida, ya que «el aumento de la carga lectiva de unas asignaturas irá en detrimento del resto, lo que está obligando a prescindir de personas que ya tenían su plaza asignada para traer a profesores nuevos que cubran estas horas de más, que en principio no estaban previstas en los centros».

Se repite la historia que ya produjo cuando el gobierno anterior apostó por incorporar el francés como segunda lengua obligatoria, algo en lo que el actual ejecutivo andaluz ha dado marcha atrás , reduciendo ahora la carga de horas asignadas. Entonces, los beneficiados, de forma inesperada, fueron los que habían elegido la especialidad de francés, que ahora vuelven a quedarse atrás. Ahora, los profesores de Religión, que seguían contratados por el Ministerio de Educación sin horario asignado, recuperan su posición en las aulas y ganan enteros quienes tengan las especialidades que aumentan carga horaria, sobre todo, los de Educación Física. El resto de especialidades, el próximo curso, se cotizarán a la baja. Habrá que ver qué pasa el siguiente.