María José Priego, que preside la FAPA Ágora, la federación provincial que aglutina a 285 asociaciones de padres y madres de alumnos de centros públicos (el 97% de las que hay en Córdoba), es consciente de que el peso de las ampas es importante. «Nuestro ámbito directo de actuación es el colegio, pero unidos a asociaciones vecinales, podemos hacer mucho por el barrio». De hecho, las ampas están representadas en todos los órganos oficiales de la participación ciudadana en Córdoba: el Consejo del Movimiento Ciudadano, los consejos de distrito, las juntas municipales de distrito... «Córdoba es un precedente en cuanto a participación», reconoce María José Priego, quien considera que la incidencia de esta federación en la vida municipal es algo tangible. «Estamos representados en el consejo escolar municipal, en todas las comisiones municipales de absentismo, de convivencia, o sea, que se nos tiene en cuenta». También es muy fluida su relación con la Junta de Andalucía, donde vierten sus principales reivindicaciones ya que, recuerda Priego, «nuestro objetivo es que la educación de nuestros hijos sea una educación de calidad; que las familias estemos informadas y formadas, y sepamos desenvolvernos en los centros escolares». En este sentido, la presidente de la FAPA Ágora considera que la implicación de los padres y madres en la vida escolar repercute «en la mejora de los centros educativos y en el nivel educativo de los niños». La colaboración es también más abierta con los propios centros, «aunque hay de todo, cada vez hay más búsqueda de colaboración por parte de las familias».

La FAPA Ágora se financia a través de las cuotas de las ampas federadas (estas, a su vez, de las familias) y de subvenciones públicas y de entidades bancarias que financian proyectos educativos. Priego considera que la fiscalización de estas ayudas es cada vez mayor y que se ha avanzado mucho en este aspecto.