¿Es Córdoba una ciudad muy ruidosa? ¿Cuáles son los principales focos de contaminación acústica? ¿Qué hacer para minimizar el impacto del ruido en la ciudadanía? Los últimos datos conocidos sobre el ruido que soportan los habitantes de Córdoba se dieron a conocer en el año 2008, cuando se presentó el mapa de ruidos de la ciudad elaborado por la empresa Estudios Medioambientales y Sistemas de Información Geográfica SL (Emasig SL). A día de hoy, superado el plazo de cinco años que marca la ley, Córdoba sigue sin revisar dicho plan, que tiene como objetivo conocer los principales focos de ruido y tomar medidas correctoras. El Ayuntamiento de Córdoba aún no ha hecho efectiva la adjudicación del proyecto para la revisión del mapa estratégico de ruidos de la ciudad, cuya contratación se aprobó con carácter urgente el pasado mes de septiembre, meses después de que se cumpliera el plazo máximo para su elaboración. El acuerdo de la mesa de contratación adjudicaba el proyecto a la misma empresa que la vez anterior, Emasig SL, por un importe de 75.000 euros. Dicha empresa, cuyo gerente aseguró a este periódico que el Ayuntamiento no se ha puesto en contacto con ellos para concretar la adjudicación, deberá presentar un avance de las mediciones 15 días después del inicio de su proyecto y dispone de ocho meses para completar los trabajos.

El responsable municipal de Medio Ambiente, Rafael Jaén, señaló que su departamento ha completado todos los trámites para la realización de dicho plan, que ahora está en manos de Urbanismo, que no se ha pronunciado al respecto.

Desde la oposición, el concejal de IU, Francisco Tejada, asegura que "es el área de Medio Ambiente la encargada de supervisar todo lo relacionado con el mapa de ruidos", al tiempo que critica "la desidia del Ayuntamiento sobre este tema", ya que "en dos años no ha llevado a cabo ninguna de las recomendaciones que planteaba el anterior mapa de ruidos, por lo que parecen estar más interesados en retrasar su actualización que en ejecutarla, ya que los resultados pueden reflejar una situación de contaminación acústica peor a la del año 2008". Por su parte, el concejal socialista Emilio Aumente insta al Ayuntamiento a agilizar la elaboración de este estudio, "que parece no estar entre las prioridades del gobierno municipal, a pesar de que supone un elemento clave a la hora de valorar la calidad de vida de los ciudadanos y que debe determinar cuestiones como el tratamiento urbanístico, el diseño del tráfico y el mantenimiento de la vía pública". Asimismo, reclama que una vez esté listo el nuevo mapa de ruidos "se organicen unas jornadas que permitan que sea un instrumento vivo donde los colectivos puedan aportar sus sugerencias y se abra un debate social".

Según el anterior estudio, el tráfico rodado y el ocio nocturno son (o al menos eran en el año 2008) los principales focos de ruido en la ciudad. Entre otras propuestas, el plan sugería cambios en la gestión del tráfico en el centro, mejoras en la calidad del transporte público o control de silenciadores en vehículos ruidosos. También planteaba la mejora de la pavimentación de las calles con materiales absorbentes, instalación de pantallas acústicas en zonas sensibles próximas a vías de tráfico intenso o controles sobre el aislamiento acústico de nuevos edificios.