La supervivencia y mejora de la calidad de vida de muchos pacientes con cáncer en Córdoba ha sido posible gracias a los avances en los tratamientos, junto al cariño y el esfuerzo de los profesionales y voluntarios de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) en Córdoba. La AECC ha cumplido 25 años en Córdoba, en los que se ha pasado de disponer en los inicios de un único piso de acogida para pacientes y familiares a tres pisos actuales y otro en régimen de cesión. Inmuebles que han permitido acoger desde 1996 a cerca de 2.000 familias de fuera de la capital, que debido a los tratamientos de cáncer que tenían que recibir necesitaban quedarse en una vivienda durante un tiempo, señala la presidenta de la AECC, María Luisa Cobos.

Los inicios de la AECC fueron en un apartamento de la calle Cruz Conde. Pasó luego a los Pabellones Militares, hasta contar con su actual sede, en la calle Miguel Benzo, que ya se ha quedado pequeña debido a los crecientes servicios que presta la asociación.

Cobos se siente especialmente orgullosa de la labor asistencial prestada a los pacientes con cáncer en estos 25 años, ofreciéndoles atención psicológica, recursos sociales, talleres de rehabilitación, campamentos para niños oncológicos, así como del trabajo informativo para ayudar a prevenir el cáncer, formación que desarrolla la AECC en centros educativos o en mesas informativas con motivo del día del cáncer de mama, del cáncer de colon o de la investigación en cáncer, entre otros.

Cobos recuerda que todos los beneficios obtenidos en actividades solidarias en la capital y provincia, gracias a la labor de las 62 juntas locales existentes, se destinan a atender a pacientes con cáncer y añade que, en concreto, un 15% de la recaudación va dirigida a la fundación científica de la AECC, para apoyar investigaciones o para la dotación de becas para investigadores cordobeses.

María Luisa Cobos destaca que la AECC en Córdoba fue pionera en desarrollar el programa de diagnóstico precoz del cáncer de mama, que luego ya asumió la sanidad pública, lo que ha evitado muchos fallecimientos tempranos por la enfermedad.

Por otro lado, la AECC fue también impulsora del programa de cuidados paliativos, que igualmente pasó a depender de la sanidad pública con el paso de los años, y batalló durante muchos años para que en los centros sanitarios se implantara el cribado de cáncer de colon. A lo largo de todo este tiempo la AECC se ha hecho muy presente en todos los hospitales públicos y privados de la provincia, en especial en el Reina Sofía (Provincial y Materno Infantil), gracias al gran equipo de voluntarios con el que cuenta, y que suponen un pilar indispensable para los enfermos.

Toda esta labor le ha valido a la AECC numerosos premios (Cordobés del Año, Averroes, Medalla de Oro de la Ciudad), aunque como destaca María Luisa Cobos, el mayor estímulo es seguir recibiendo el apoyo institucional y de la sociedad para prestar la mejor atención al enfermo de cáncer.