-¿Por qué estamos aquí?

-Por un doble bloqueo, por una parte de Unidas Podemos diciéndole que no hasta cuatro veces al PSOE, lo que ha sido triste y contrasta con lo ocurrido en Portugal; y por otra, por una lucha interna de la derecha y una actitud poco patriótica, que les ha llevado a anteponer su interés al de España y a buscar una segunda oportunidad electoral.

-¿Puede ser que el 11N tengamos el mismo problema y unas elecciones más a nuestras espaldas?

-No será la misma situación y estarán puestas todas las condiciones para que ahora sí haya un gobierno en España. Esta es una nueva oportunidad, no le podemos fallar a los ciudadanos y hay que encontrar cualquier medio por la vía del acuerdo o si no, por la vía de la lista más votada.

-¿Renuncia el PSOE a intentar un gobierno con Unidas Podemos?

-No renunciamos a nada, pero el problema es que tenemos profundas diferencias con UP, porque mantienen políticas económicas y sociales que no son las nuestras, y tenemos una grave divergencia en términos de estabilidad para España respecto a Cataluña. Mantienen la tesis de que son presos políticos y ese un tema de divergencia fundamental.

-Piden la abstención de Cs y PP. ¿Abstención a cambio de qué?

-No, estamos pidiendo hacerlo entre todos, porque no es una responsabilidad única de quien ganó las elecciones en abril y pretende ganarlas ahora. Es una responsabilidad colectiva de las fuerzas políticas, sobre todo, de las más representativas.

-¿Gobernarían con Cs?

-No es un problema de gobernar con quién, ni cómo. Somos un partido de izquierda y vamos a aplicar un programa de izquierdas. Por tanto, quien se alinee a nuestras políticas podrá gobernar con nosotros.

-En los mítines, los afiliados les gritan «con Rivera, no».

-Y no solo eso. Nuestros votantes no quieren que gobierne la derecha en España y es un riesgo real. PP y Cs están tratando de que se produzca un baja participación, conseguir que Vox pese y con ellos, de forma absolutamente infamante, tener en España un gobierno por accidente, como el de Andalucía, que no vimos venir.

-Pedro Sánchez no aclaró en el debate si llegarán a acuerdos con los partidos independentistas, ¿quiere hacerlo usted?

-A los hechos nos remitimos. Los independentistas y la derecha provocaron las elecciones de abril, no votando los presupuestos. Nos han estado presionando para obtener concesiones, pero no solo no han obtenido ninguna sino que, además, la política del Gobierno ha sido de absoluta firmeza. En cuanto a la seguridad y el orden público, hemos estado coordinándonos con los Mossos en una situación muy diferente a la que tuvo el PP en el 2017. Entonces apoyamos sin ninguna reserva al Gobierno, que era del PP. Nos hubiera gustado encontrar una postura de lealtad por parte del PP semejante y no la hemos encontrado, sinceramente.

-¿Cómo cree que afectará el tema de Cataluña al voto del 10N?

-No lo sé. En todo caso, deben saber que con el PSOE ni se va a jugar con la unidad de España, ni va haber ningún referéndum ilegal, de hecho vamos a ilegalizar la organización de esas consultas. Es evidente que otros están sobreactuando e intentando sacar rédito de algo que debería ser motivo de unión.

-¿Qué es un MENA?

-Una persona que merece el trato y el respeto que recogen las leyes internacionales y nacionales en materia de protección a la infancia. Me parece infamante el trato que está haciendo Vox de los menores en situación ilegal en España, a los que tenemos que dar una salida. Están echando aceite al fuego e intentando excitar bajos instintos. Los datos falsos que está usando la extrema derecha con este tema o negar que hay un problema de violencia machista o que hay cambio climático es lo mismo: están mintiendo.

-¿No entrar en el cuerpo a cuerpo con Vox obedece a una estrategia?

-Nosotros sí hemos respondido a la extrema derecha, quienes no lo han hecho son quienes más próximos ideológicos están a ellos. En Francia, Alemania o Finlandia todos se ponen de acuerdo para aislar a la extrema derecha, pero en España ha ocurrido lo contrario: Cs y PP les han tendido la mando. Es lamentable.

-El 28A había alerta, ¿se ha bajado el 10N la guardia?

-No, pero me preocupa que exista una banalización de la extrema derecha que pueda llevar a su blanqueo político. Aunque se proclamen constitucionales, defienden valores contrapuestos a la Constitución. Negar la igualdad entre la mujer y el hombre o pretender la eliminación del título 8º de la Constitución son herencias del franquismo.

-Vox niega esa huella franquista.

-Hemos visto a la señora Monasterio exhibiendo una bandera franquista. Me parece tan evidente que no hace falta explicarlo.

-Batalló, pero finalmente Trump aplicó sus aranceles.

-Se han conseguido dos cosas muy importantes: la Comisión Europea ha dicho que cuando el panel sobre el caso Boeing nos sea favorable, automáticamente la UE impondrá sanciones similares a las recibidas por EEUU, lo que obligará a negociar. Aunque no hay que ser inocente, porque es año electoral en EEUU. Segundo, se ha conseguido el almacenamiento privado del aceite de oliva y apoyo comercial para los productos afectados.

-Tres iniciativas que tienen que salir adelante en Córdoba.

-Una PAC potente; seguir desarrollando Córdoba no solo como un polo agroalimentario y turístico, sino también del conocimiento; y mejorar en cuestiones de comunicación: en lo referente a la N432 y en la autovía del Olivar, que es responsabilidad de la Junta.

-¿Está enterrado ya Franco en el sitio correcto?

-Sobre todo hemos cerrado una página en nuestra historia. Se ha producido un acto de dignidad democrática y tenemos que entrar en la normalidad de los países con realidades similares, Alemania o Italia, donde no veneran su pasado dictatorial.

-El CIS les da tres diputados.

-Será lo que los cordobeses nos den el domingo. Mi llamada es a la participación, que tiene que ser libre, democrática y transparente, como siempre hemos defendido los socialistas, que nunca hemos utilizado el juego sucio.