Disfunción erectil, sequedad vaginal, viagra... Palabras relacionadas con el sexo. Y la sexualidad está intimamente relacionada con el bienestar. Por ello, tratar los problemas que afectan a las relaciones sexuales es un paso hacia la felicidad, ya que «tener una vida sexual plena lleva, irremediablemente, a ser más feliz», señalan desde la empresa de salud sexual masculina Boston Medical Group. Los beneficios van desde la reducción del dolor y el estrés hasta la estimulación del sistema inmune o el aumento de la autoestima. Sin embargo, cuando los problemas de salud entran en juego, los tratamientos son la llave para abrir la puerta al mundo del sexo.

Por eso, desde el hospital Reina Sofía, se realizan talleres grupales sobre salud sexual para pacientes con diferentes patologías, como el cáncer o las enfermedades cardiovasculares. La educación es el camino y el fin del trabajo.

Carmen Jurado, sexóloga del departamento de Salud Sexual del hospital Reina Sofía, formó y aconsejó en el 2017 a unas 400 personas entre los 16 talleres que realizó en el hospital y fuera. En lo referido a los transtornos relacionados con el interés y la excitación, Jurado recomienda «negociar los placeres».

Preocuparse por la pareja y conocer el mapa erótico del cuerpo es importante, señala. En concreto, para remediar los problemas de lubricación, se pueden usar productos, aunque la sexóloga también recomienda ajustar el repertorio erótico. «Si cuidas tu erótica, te cuidas a ti».

En cuanto a las patologías masculinas, según Pablo Campos, jefe de Urología del hospital Reina Sofía, los tratamientos para la disfunción eréctil van desde modificar el estilo de vida hasta la intervención quirúrgica, además de tratar la enfermedad que la haya generado, usar ondas de choque o emplear medicación, como la viagra o cremas. Las soluciones para la eyaculación precoz se complican. En primer lugar, hay que identificar la causa y, después, actuar sobre ella. La medicación, junto a la terapia psicosexual son las líneas seguidas para tratar estos casos. Y, cuando el foco del problema radica en el deseo, una analítica sanguínea de testosterona puede revelar si se padece hipogonadismo. Luego, el tratamiento se centraría en mejorar la salud o incrementar la testosterona.