La Delegación Provincial de Agricultura, Cooperativas Agroalimentarias y el doctor Francisco Pérez Jiménez cuestionaron ayer la decisión de la patronal de hostelería Hostetur para adquirir aceite de girasol a buen precio en los establecimientos que se encuentran asociados. El delegado de Agricultura, Francisco Zurera, dijo en rueda de prensa que no comprende esta decisión. «No lo entiendo. Córdoba es una potencia agraria y es una potencia en el aceite de oliva, que es saludable y está en la dieta mediterránea. Este convenio tendrá alguna justificación, pero yo no lo veo», señaló. El delegado de Agricultura recordó que Córdoba «es cuna del aceite de oliva en el mundo y esos tipos de convenios no se entienden». «No sé si cabe una rectificación, pero, evidentemente, yo no aprobaría ese tipo de convenios porque el consumo de aceite de oliva es salud. Respeto su decisión, pero no lo comparto», añadió.

El representante de la Junta de Andalucía recordó que «el aceite de girasol no es dieta mediterránea y no tiene las cualidades del aceite de oliva para la salud. Invito a esa asociación a que firmen también un convenio para el consumo de aceite de oliva». Del mismo modo, el delegado afirmó que muchos turistas «vienen a Córdoba por su gastronomía y ese convenio no respalda el turismo». Por ello, dijo que el «papel de la hostelería es fundamental y que haya firmado ese convenio desconcierta un poco a todos».

Por su parte, el doctor Francisco Pérez Jiménez, investigador sobre los usos saludables del aceite de oliva, calificó esta situación de «disparate». «El aceite de girasol no es un aceite malo, pero si es la fuente principal sí puede serlo. Se trata de un aceite de segundo nivel, porque el de oliva y el de colza son más saludables», afirmó Pérez Jiménez. «El aceite de girasol alto oleico no llega a tener los antioxidantes que aporta el aceite de oliva», añadió. Del mismo modo, indicó que con el aceite de girasol «hay más riesgo de que aparezcan productos cancerígenos, se deteriora y oxida antes y produce derivados que son malos para la salud. En el caso del aceite de girasol alto oleico, aguanta más». El investigador cordobés, no obstante, advirtió de que se utiliza la dieta mediterránea «por razones demagógicas para decir que somos muy sanos y no es verdad. Hoy somos más obesos en Andalucía que en el resto de España».

En este sentido, el presidente de Cooperativas Agroalimentarias en Córdoba, Rafael Sánchez de Puerta, calificó de «fantástica» la firma de este convenio, «porque ya era hora que los hosteleros enseñaran sus cartas. Todos sabíamos que utilizaban girasol, pero no lo sabíamos de una manera tan clara». «Me parece un auténtico disparate. Todos sabíamos que una de las grandes asignaturas en la hostelería es el uso del aceite de oliva en la cocina, porque en sala a todos les gusta presumir de aceite de oliva», añadió. El también secretario de la Interprofesional del Aceite de Oliva dijo que, «por caro que sea el aceite de oliva, la repercusión en el cubierto es absolutamente ridícula».

El presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, consideró que el aceite de girasol «no compite para nada con el aceite de oliva». «No debemos enfrentar agriculturas, se debe defender a las dos, aunque se ha de valorizar más el aceite de oliva por sus repercusiones internacionales, sus valores organolépticos y su extensión social», añadió. Fernández de Mesa manifestó que el cultivo del girasol pasa «por unos difíciles momentos por la falta de rentabilidad», por lo que pidió a los obtentores que mejoren las semillas «porque si no desaparecerá el cultivo».