El Ministerio de Educación, las comunidades y las universidades van a formar un grupo de trabajo para estudiar si, según la región donde se examine el alumno, existe diferente grado de dificultad en la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EvAU), también conocida como Selectividad.

Así lo anunció ayer la ministra de Educación en funciones, Isabel Celaá, después del debate suscitado desde algunos partidos (PP y Ciudadanos), comunidades (Galicia y Castilla y León) y asociaciones de alumnos para que esta prueba obligatoria para acceder a la Universidad sea igual para toda España. En este sentido, el consejero de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía, Javier Imbroda, se mostró partidario ayer de que se implante una «única» Prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (PevAU) en todo el territorio nacional.

Celaá afirmó que se han observado «algunas incidencias» en las pruebas que remarcan «algunas dificultades diferentes» por comunidades. Por ello, su departamento creará un grupo de trabajo técnico para analizarlo.

Por su lado, la Conferencia de Rectores (CRUE) emitió un comunicado para «despejar cualquier incertidumbre», en el que asegura que no hay ningún informe académico que sostenga con «datos contrastados» que hay pruebas más fáciles que otras en la EvAU y que es un examen que «funciona bien». En su opinión, las diferencias de resultados se dan «por otro tipo de condicionantes socioeconómicos».