Desde que se constituyó en marzo del 2011 el grupo de trabajo para la elaboración del nuevo reglamento de caza que sustituyera al anterior del 2005 han tenido que pasar seis años y muchos anuncios de que sería inminente su aprobación. El sector venía exigiendo cada inicio de temporada la aprobación de este ordenamiento que, finalmente, recibió ayer el visto bueno del consejo de gobierno de la Junta de Andalucía. El consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, aseguró que el reglamento «se adapta a los últimos cambios en la legislación europea, profundizando en una caza responsable, sostenible y compatible con los nuevos y crecientes usos del medio natural andaluz». Una de las principales medidas destacadas por el Gobierno andaluz, pero también por la Federación Andaluza de Caza y Asaja Córdoba, es la simplificación de los trámites necesarios para la caza mayor. Así, se introduce el concepto de corresponsabilidad de los titulares y gestores cinegéticos a través de un régimen de declaraciones responsables en procedimientos como la constitución de los cotos, los cambios de titularidad y las monterías, ganchos y batidas. De esta manera, bastará con una comunicación previa, con 15 días de antelación y que será verificable posteriormente, para las autorizaciones administrativas. En el caso de los planes técnicos de caza, el nuevo reglamento permite que se puedan renovar y adaptarse en lugar de elaborar otros nuevos tras agotarse su desarrollo. Asimismo, se amplía de cuatro a cinco años su vigencia y se recoge que los documentos solo se tengan que presentar por vía telemática.

Otra de las grandes novedades va dirigida a mejorar la seguridad en la práctica de la actividad cinegética. La Consejería de Medio Ambiente establece nuevos requisitos para las personas que participen, estableciendo distancias mínimas entre puestos, el uso de prendas reflectantes y la señalización de caminos públicos. Con esta medida pretende reducir los accidentes que se suelen producir durante la caza mayor y la caza menor. Con relación a los terrenos cinegéticos, la Junta fija tres escenarios de caza: los que se destinan a la caza deportiva sin ánimo de lucro, los de adiestramiento de perros y aves de cetrería y los que requieren mayor superficie para la práctica de modalidades más intensivas. Antes solo se consideraban escenarios deportivos y de campeo de perros.

El nuevo reglamento de ordenación de caza regula con más detalle las modalidades de caza, además de incluir otras tipologías tradicionales que no están recogidas, como sucede con la perdiz roja con reclamo, los perros de madriguera y a diente en mano, en la caza menor; y las batidas de gestión y aguardo nocturno, en caza mayor.

LOS CERCADOS / En las normas relativas a cercados se introducen nuevas exigencias para los no cinegéticos que se sitúan en el interior de los cotos. La Junta indica que pretende evitar prácticas incompatibles con una actividad sostenible y garantizar la movilidad de los animales. Para este tipo de cercas parciales, que protegen cultivos, ganados, reforestaciones o infraestructuras viarias, «se prohíbe con carácter general su anclaje al suelo y las fijaciones del tipo piquetas o cables tensores». Otra de las novedades que introduce la norma es la eliminación del carné de taxidermista, ya que la regulación se centra ahora en los talleres donde se desarrolla esta actividad. No hay grandes variaciones en las certificaciones de calidad, en el diseño de los cercados cinegéticos exteriores o los requisitos de cualificación para los guardas de cotos y la regulación de la cetrería.