El presidente de ERC, Oriol Junqueras, remitió ayer una carta al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en la que le afea y critica su gestión, especialmente, en lo que al conflicto catalán se refiere. En un tono adusto, alejado del florentinismo de otras veces, Junqueras tilda a Sánchez de «veleta», «frívolo» y de «autoritario». Asimismo, se mantiene en que «la única salida posible a este conflicto pasa por un referéndum en Cataluña».

La crítica que preside todo el escrito (al que ha tenido acceso este diario) es la de la falta de voluntad dialogadora del Ejecutivo socialista. «Quizá ahora no le convenga recordar que usted llegó (a la Moncloa) gracias al apoyo del independentismo», proclama Junqueras ya de salida, para después sentenciar: «Pero a pesar de la represión, lo hicimos con una sola condición: el diálogo. El mismo diálogo del que usted tanto alardeaba, ¿recuerda? Fueron muchos los que le creyeron, por ello la decepción ha sido aún mayor cuando se ha hecho patente que no tiene el arrojo suficiente para servir a su propia palabra».

El líder de ERC afirma que su patido se mantiene en el mismo sitio, lo que metafóricamente simboliza como «sentados en la mesa», mientras que ve a Sánchez «girando como una veleta y desorientado». También apunta que le recuerda «demasiado a la derecha» que apartaron «del poder, cada vez más autoritario».

Sobre los comicios del 10-N, el presidente de los republicanos acusa al secretario general socialista de «especular con la demoscopia» y ahora su «frivolidad le pasa factura». «No solo no ha resuelto ningún problema, sino que los ha agravado. Ha abierto de nuevo la puerta» a una «derecha todavía más extrema», asevera, «poniendo en peligro libertades de todos» los españoles.

El ataque a Sánchez y al PSOE es continuo a lo largo de la misiva. «De una persona que lidera un partido que se pretende de izquierdas esperábamos algo más. No mucho más, conociendo los antecedentes», prosigue. Y le echa en cara que «en menos de una década el socialismo ha pasado de defender un referéndum a descuidar el federalismo en su programa electoral».

Así, Junqueras, desde la celda donde cumple la condena de 13 años de cárcel por un delito de sedición y malversación, le espeta a Sánchez que «su tiempo se está agotando» y que él «en cambio» no tiene «prisa, por mucho» que le duela «no poder ver crecer» a sus hijos. «Nosotros los independentistas no nos levantaremos de la mesa por mucho que nadie se atreva a ocupar la silla que hoy el Estado deja vacía», afirma. El motivo de esa futura persistencia del independentismo se halla, según Junqueras en que «la represión no es la solución»: «Créame, sé de lo que le hablo», sentencia el republicano.