Aún es pronto para hablar de cifras aunque las experiencias previas ya auguran que el atractivo turístico de Córdoba se multiplicará de la mano de la cuarta inscripción en el listado de bienes Patrimonio de la Humanidad que posee la ciudad. De ahí que el Instituto Municipal de Turismo tenga pensado ponerse cuanto antes manos a la obra para que el aluvión de visitas que suele acompañar a una declaración de este tipo (ya ocurrió con los Patios) no les pille de sorpresa.

Según el presidente del Imtur, Pedro García, la semana próxima está previsto que el consejo consultivo de este órgano estudie esta cuestión, que exigirá hacer un esfuerzo de gestión y reforzar la oferta cultural y de servicios. También será necesario analizar el efecto sobre el perfil del turista que se supone atrae este tipo de declaraciones, de corte más cultural y con mayor poder adquisitivo. García insistió ayer en que «aún es pronto, ya que la declaración acaba de producirse», si bien se espera que «al haber un aliciente mayor para visitar Córdoba, el volumen de turistas aumente y con él también el de las pernoctaciones». En opinión de García, «es necesario estudiar los acontecimientos para dar respuesta a las necesidades que se vayan generando».

El título de la Unesco llega en un momento crítico en el que, mientras el sector de la hostelería se queja de la caída de reservas de los últimos meses, derivada del fenómeno creciente de las viviendas de uso turístico, se están desarrollando grandes proyectos que permitirán aumentar el número de plazas de hotel.

Las últimas cifras sobre turismo presentadas ayer en la comisión de desarrollo del Ayuntamiento indican que solo en junio fueron atendidas de forma presencial en los puntos de información turística de la ciudad 23.917 consultas, de las cuales el 61,4% correspondieron a turistas extranjeros y el resto a nacionales. En 2012, el número de visitantes alojados en establecimientos hoteleros fue de 813.000 y en el 2017 se superó el millón, según el Imtur. El aumento de visitas al yacimiento, que se prevé diversifique la atención del turista concentrada ahora en el casco histórico, podría requerir un aumento del número de autobuses de línea al yacimiento.

Medina Azahara volvió a ser ayer el objetivo de todas las miradas, lo que obligó a su director, Alberto Montejo, a digerir la noticia mientras atendía a los medios. Ante la pregunta de ¿ahora qué?, Montejo insistió en que «lo primero será dar respuesta a las recomendaciones de la Unesco y aprobar el plan director que está en borrador». Pero todo eso, se hará a la vuelta del verano. «No hay prisa, queremos realizar un trabajo de calidad y para ello consultaremos con expertos antes de acometer la pantalla vegetal o realizar otras actuaciones, ya que la prioridad es garantizar la conservación de los pavimentos originales como exige la Unesco».

De cara a la accesibilidad del propio yacimiento, Montejo recordó que se trata de un espacio «sin escaleras, pero con distintos niveles y muchas rampas de gran pendiente». Esta disposición del terreno permite adaptaciones para mejorar la accesibilidad de personas discapacitadas «pero habrá que estudiarlas detenidamente para no alterar los niveles». El comité trasladado a Baréim para asistir a la asamblea de Patrimonio Mundial de la Unesco, compuesto por el consejero de Cultura, la alcaldesa, el presidente de la Diputación y la delegada del Gobierno de Córdoba, tienen previsto volver hoy.