Podemos y comuns cargaron con dureza contra Mariano Rajoy. «Ningún argumento justifica el uso de la violencia contra la población civil. Rajoy ha hecho un daño irreparable a Cataluña y a España», aseveró Pablo Iglesias. Tanto él como Ada Colau reclamaron la cabeza del presidente por la represión policial del referéndum.

«Mandar a miles de policías contra gente pacífica es de cobardes -sentenció la alcaldesa de Barcelona-. Mariano Rajoy tiene que dimitir porque ha fracasado en sus responsabilidades políticas. Y si no dimite, es responsabilidad de las demás fuerzas democráticas buscar una alternativa y convocar nuevas elecciones en España». Una idea en la que también ahondó el líder podemista, que confía en que el PSOE «rectifique» el «grave error que ha cometido» al alinearse con Rajoy y apoye una moción de censura tras la que poder hacer realidad su propuesta para Cataluña, que pasa por el diálogo y un referéndum pactado. «La democracia se defiende hablando y dialogando y solo un gobierno de corruptos y de violentos puede permanecer sordo ante el grito de los catalanes», clamó.

Colau y los comuns navegaron en aguas bravas hasta llegar a la orilla el 1-O. Pese a que desde el primer momento dijeron que no era el referéndum que querían, la estrategia policial y judicial de Rajoy les empujó a un terreno en el que se sienten más cómodos: el de la movilización por los derechos democráticos.

LOS VOTOS / El caso es que finalmente la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, votó en blanco, como el diputado Joan Josep Nuet, mientras que la mano derecha de la alcaldesa, el teniente de alcalde Gerardo Pisarello, apostó por el voto afirmativo. Por su parte, Xavier Domènech, coordinador de Catalunya en Comú y hombre de confianza de Pablo Iglesias, no aclaró el sentido de su voto. «Hoy he votado por la soberanía de Cataluña». El tiempo dirá qué réditos electorales les dará su apuesta en la jornada del referéndum del 1-O en el incierto tablero político catalán que aparece a partir de ahora.