La Fundación Española del Corazón (FEC) advierte sobre el especial cuidado que deben de tener los padres fumadores con sus hijos, ya que el humo del tabaco incide de forma muy negativa en la salud respiratoria y cardiovascular desde una edad muy temprana, hasta el punto de que una mujer embarazada y fumadora puede provocar el parto prematuro y aumenta el riesgo de tener un recién nacido de bajo peso. En ese sentido FEC destaca que el tabaco inhalado de forma pasiva por los lactantes se relaciona con el síndrome de muerte súbita y se calcula que el 10% de los casos está relacionado con el tabaquismo pasivo.

En este sentido, según el doctor Jaime Fernández Bobadilla, coordinador del Grupo de Trabajo de Tabaco de la SEC y cardiólogo del Hospital La Paz de Madrid, "cuando los padres son fumadores, el riesgo de muerte súbita del lactante se multiplica, llegando incluso a ser hasta ocho veces más frecuente cuando fuman en la habitación del bebé".

Múltiples estudios demuestran que los menores expuestos al humo del cigarrillo tienen más riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular en un futuro. De hecho, entre la gente joven, que tendría un riesgo cardiovascular muy bajo, el tabaquismo es la causa del 75% de enfermedades de este tipo en edades tempranas.