La huelga de los examinadores de Tráfico, retomada en septiembre tras el paréntesis de agosto, suma ya el retraso de más de 3.000 pruebas en Córdoba desde que se inició a mediados de junio. Un conflicto, además, sin visos de una pronta solución por la postura de las partes negociadoras y que está teniendo una repercusión económica «brutal» en las autoescuelas, según el sector.

Los examinadores de Tráfico, que además de mejores condiciones laborales y más personal, exigen una subida salarial de en torno a 250 euros brutos acordada en 2015, se han encontrado con un no rotundo a esta pretensión. Interior les ha advertido que no pueden tener un tratamiento especial respecto a otros colectivos de funcionarios y no se puede satisfacer el incremento salarial que demandan. Así es que las posturas están muy distanciadas y no parece próxima la solución.

El delegado de la Asociación de Examinadores de Tráfico en Córdoba, Pablo Jiménez, ha explicado que la reivindicación se remonta a 2008, cuando «se subió a casi todos los colectivos» de la Dirección General de Tráfico (DGT) «y a nosotros nos dejaron fuera». Luego, «nos prometieron que al año siguiente y nada; esperamos al 2015 y firmamos un acuerdo que tampoco se ha cumplido, y eso es lo que pedimos». «No es que seamos egoístas, es que reclamamos algo del 2008», puntualiza Jiménez. Sin embargo, ahora Interior «da por zanjadas las negociaciones, que ni las había, y lo que está haciendo es incendiar más» a los examinadores. Tanto que ya advierten de que «nosotros no vamos a dar marcha atrás».

77% DE SEGUIMIENTO // El seguimiento de la huelga en toda España está en un 77%, al igual que en Córdoba, donde de doce examinadores la están secundando nueve, según el delegado de la asociación. Las consecuencias son dos. Una, que cada día se están dejando de realizar entre 120 y 130 pruebas prácticas, lo que multiplicado por los 25 días de huelga que ya han cumplido lleva a que se acumulen unos 3.250 exámenes retrasados. Y dos, que las autoescuelas han perdido alumnos ante la inseguridad de tener una fecha para examinarse.

El presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Córdoba, Rafael Cruz, reconoce que el hecho de que la huelga haya pasado de ser indefinida a solo tres días (lunes, martes y miércoles), «nos da un respiro para ir examinando a los alumnos que teníamos pendientes», pero «ha sido desastroso», asegura. Y es que Cruz explica que el mes de julio es el más fuerte tradicionalmente, algo fácil de explicar: el 90% de quienes acuden a sacarse el carnet tienen 18 y 19 años y aprovechan el verano, cuando concluye el curso, para apuntarse a la autoescuela. Sin embargo, este año, ante la incertidumbre, «hemos tenido unas pérdidas del 70% de gente que no se ha apuntado y, proporcionalmente, ese tanto por ciento de pérdidas en el sector». «Si un 60% de la concentración de trabajo está en verano y estamos perdiendo un 70%, la conclusión es que habrá empresas que van a tener que cerrar». Así es que el presidente de la autoescuelas cordobesas no duda en declarar que «la repercusión económica está siendo brutal hasta llevar al borde de la ruina a muchos asociados, sobre todo microempresas de la provincia, de dos o tres trabajadores, en las que está siendo ruinoso. Si no pueden garantizar la prueba, no pueden dar clase y no pueden sostenerse, porque los gastos siguen siendo los mismos».

"Hemos tenido unas pérdidas del 70% de gente que no se ha apuntado"

Así las cosas, desde las autoescuelas (unas 170 en Córdoba) piden a examinadores y Tráfico «que se sienten a negociar y no se levanten hasta que no haya una solución, porque aquí los que está pagando las consecuencias de todo esto somos los que no tenemos posibilidad de solucionar nada: las autoescuelas y los alumnos. Ha habido poquísima sensibilidad con nosotros», lamenta el presidente.

El delegado de la Asociación de Examinadores reconoce que el perjuicio para las autoescuelas «es grandísimo», tanto que «hemos pedido perdón, pero no nos queda otra». Según su análisis, «la pelota está en el tejado del Gobierno». «Nosotros hemos acudido a esta drástica medida una vez que se han agotado otras vías, pero es que los acuerdos están para cumplirlos», recuerda.

El ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, ha señalado que «se ha hecho todo lo que estaba en nuestras manos», y ha insistido en que cuando haya mejoras salariales para todos los empleados públicos, las habrá también para los examinadores. Estos, de su parte, no solo mantienen la huelga durante septiembre, sino que incluso piensan ya en continuar en octubre.