En su toma de posesión, Marina Álvarez presentó el que quizá sea el mejor aval para ser la nueva consejera de Salud: «Soy la máxima defensora de la sanidad pública», dijo ayer rodeada de periodistas y abrumada «por la sorpresa y la ilusión» que ha supuesto la llamada de la presidenta andaluza. La nueva responsable de la política sanitaria ha querido destacar «el reto y gran responsabilidad que suponen esta nueva etapa» que inicia, tras abandonar el cargo de gerente del hospital Reina Sofía que ocupa desde febrero del 2014, y se compromete a «seguir mejorando la sanidad pública de la mano de sus profesionales». «Ahora es momento de sentarnos, estudiar, dialogar y reflexionar para poder planificar la gestión sanitaria de forma adecuada y trabajar con muchísima fuerza y entusiasmo», subraya. La vida profesional de Marina Álvarez (Córdoba, 1961), licenciada en Medicina y Cirugíua por la Universidad de Córdoba, ha estado vinculada desde 1992 al hospital Reina Sofía, donde ha sido directora de la unidad de radiología y de mama, especialidades en las que es un auténtico referente a nivel nacional. Por su labor al frente de está unidad recibió en 2013 la Medalla de Andalucía que concede la Junta de Andalucía.

La nueva consejera de Salud deberá asumir, entre otras tareas, el reto pendiente de concluir las obras del plan de modernización del hospital Reina Sofía, actuación que acumula un retraso de casi una década y cuya falta de ejecución afecta de forma más grave al Materno Infantil y a los deficitarios aparcamientos del complejo. También deberá velar Álvarez por el pronto inicio de las obras del hospital de Palma del Río; por la adaptación del edificio de la avenida de América a centro de salud, o por la construcción del centro de alta resolución de Lucena, con 20 camas de hospitalización (infraestructura que acumula también numerosos años de retraso).

A nivel regional, Álvarez tendrá que pacificar las revueltas aguas heredadas de su antecesor, Aquilino Alonso, que ha sufrido un importante desgaste como consecuencia, entre otras batallas, de las fusiones de los hospitales granadinos y las mareas.